Los Mossos d’Esquadra han detenido en Barcelona a un ladrón de bancos que se había convertido en el verdadero terror de los cajeros. Los hechos ocurrieron la madrugada del miércoles 4 de junio, cuando pocos minutos antes de las tres saltó la alarma de una sucursal ubicada en el distrito de Ciutat Vella. Ante este aviso, se activó una patrulla de la policía catalana, que se acercó a la entidad bancaria para comprobar el motivo de esta activación del sistema de seguridad.
Según la información facilitada por el cuerpo policial, cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, pudieron comprobar cómo había un individuo cerca que intentaba huir de la zona. El sospechoso llevaba una barra de hierro y un destornillador, así que los policías procedieron a detenerlo e identificarlo. Se da la circunstancia de que el hombre -de 51 años- tenía una orden de alejamiento de entidades bancarias vigente tras haber cometido múltiples robos con anterioridad. Los efectivos de los Mossos d’Esquadra desplazados lo arrestaron por robo y quebrantamiento de condena. El ladrón ya ha pasado a disposición judicial.
L'enxampem in fraganti i de matinada quan fugia després d'intentar robar en un una oficina bancària a Ciutat Vella (BCN)
— Mossos (@mossos) June 8, 2025
Quan l'identifiquem, tenia una ordre d'allunyament d'entitats bancàries per robatoris anteriors. El detenim pel robatori i pel trencament de condemna pic.twitter.com/QFKJ0KUJTH
Un apicultor ataca a los Mossos con abejas
Por otro lado, los Mossos detuvieron la semana pasada a un apicultor de 70 años que atacó a los agentes con sus abejas cuando estos lo detuvieron durante un control en la carretera N-II, a la altura del municipio de Cervera. Los hechos ocurrieron el viernes de la semana pasada hacia la una de la tarde cuando la policía catalana tenía montado un control en esta carretera de la capital de la Segarra. Los efectivos detuvieron al conductor de una furgoneta porque no llevaba el cinturón puesto y ante los evidentes signos de embriaguez que presentaba, optaron por hacerle la prueba de alcoholemia, que dio positiva. Cuando se le requirió hacer la segunda lectura, el hombre -que era apicultor- se negó y se dirigió a la parte trasera del vehículo. Abrió la puerta del maletero y empezaron a salir las abejas, que picaron a los agentes.
