La Guardia Urbana de Barcelona, a través de la Unidad de Investigación y con la colaboración de la Unidad Territorial del Eixample, detuvo el jueves a una persona presuntamente implicada en cinco incendios cometidos en el barrio de Sant Antoni entre noviembre y diciembre. El Ayuntamiento de Barcelona ha informado en un comunicado que la investigación ha permitido vincular a la persona detenida, que ya ha pasado a disposición judicial, con la quema de contenedores y otros elementos del mobiliario urbano; el último episodio tuvo lugar el 17 de diciembre pasado en la calle Villarroel donde ardieron tres contenedores.
«Estos actos han generado un importante perjuicio económico para el Ayuntamiento de Barcelona, derivado tanto de la reposición del material afectado como de los costos asociados a la intervención de los servicios de emergencia, la limpieza posterior y la reparación de los daños ocasionados en el espacio público», manifiestan desde el consistorio. Unos incendios, que, además, según recalca el Ayuntamiento, tuvieron «un impacto directo en la calidad de vida de los vecinos, provocando degradación del espacio público, acumulación de residuos y contaminación ambiental».
Asimismo, dejan claro que el fuego intencionado ha supuesto un grave riesgo para la seguridad y la salud de las personas, ya que se produjeron en horario diurno, coincidiendo con momentos de gran afluencia de peatones y franjas horarias de salida de niños de los centros educativos: «La propagación del fuego y la inhalación de humos tóxicos suponen un peligro especialmente elevado para niños, mayores y colectivos vulnerables».

El pirómano puso en riesgo la integridad física de vecinos
Uno de los episodios más graves corresponde al fuego que se originó directamente en la fachada de un edificio habitado, dificultando la salida de las personas que estaban en el interior y generando una situación de riesgo real para su integridad física. La detención tuvo lugar después de que una patrulla localizara al sospechoso en la calle Comte Urgell, vestido con la misma ropa que aparecía en las imágenes de videovigilancia facilitadas por una oficina cercana a uno de los incendios. En el registro, se encontraron un bote con líquido inflamable, un encendedor tipo soplete y una caja de cerillas, que fueron intervenidos e incorporados al acta policial.
Alarma en Guinardó por una ola de incendios tras la detención de otro pirómano
Por otro lado, los vecinos de los barrios del Baix Guinardó y el Guinardó están alarmados por una nueva ola de incendios este mes de diciembre que han quemado coches, motos y han calcinado parte de la fachada de un edificio en varios episodios. Los fuegos han tenido lugar después de que el pasado 4 de diciembre los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana detuvieran ya a un pirómano relacionado con una treintena de hechos similares ocurridos en los distritos de Gràcia, Sarrià-Sant Gervasi y Horta-Guinardó.
