La policía ha detenido en Barcelona el titular de diferentes cuentas de criptomonedas que usaba presuntamente para financiar el grupo terrorista DAESH. Según explica la Guardia Civil en un comunicado, el hombre operaba con tres redes diferentes vinculadas a diferentes direcciones y que conforma un «entramado con ramificaciones en diferentes países». El hombre ha ingresado en prisión provisional después de pasar a disposición judicial. La policía menciona que la aparición de las criptomonedas supone una nueva amenaza y que el cuerpo policial ha aumentado el número de investigaciones destinadas a causas que podrían servir para financiar a grupos terroristas.
La misma Guardia Civil, que define a estos delincuentes como «criptoyihadistas», explica que esta manera de desviar fondo a organismos criminales es cosa de la última década y que ha aumentado considerablemente después de la pandemia de la Covid-19. La situación sanitaria de 2020 sirvió, dicen, como «catalizador» de esta nueva amenaza e impulsó «nuevas tendencias terroristas» especializadas en el ámbito económico.

La cooperación internacional, clave para parar a los critpoyihadistas
Coincidiendo con el auge de los criptoyihadistas, los estados han aumentado la cooperación. La Guardia Civil considera clave esta conexión internacional, uno de los instrumentos «más determinantes» para poder neutralizar este tipo de redes que financian el yihadismo. Es más, la policía menciona que esta cooperación internacional para parar las redes de criptomonedas ilegales han pasado a ser una de las «prioridades» de las agencias de seguridad que luchan contra el terrorismo.
En el caso de este último detenido, el CNI español se ha sumado en una investigación que también ha contado con la DGSI francesa, el FBI de los EE. UU., la SÄPO sueca y la Europol. Todas ellas habían detectado, según apunta la nota de la Guardia Civil, «grandes movimientos económicos» por parte del detenido, hecho que ha puesto en alerta a la policía de diferentes estados.