La Guardia Civil ha detenido una persona en Barcelona que tenía un taller clandestino desde donde manipulaba armas diversas. Entre el material requisado por la policía, hay 196 armas de fuego, 21 de las cuales eran ametralladoras, fusiles de asalto y subfusiles. Según explica la ACN, el local ilegal también guardaba 130 armas cortas, pistolas y revólveres, y más de 15.000 piezas que usaba para manipular el material de guerra, que conseguía en el mercado ilegal.
La operación se inició hace dos años y ha acabado con dos personas más detenidas, ninguna de estas en la demarcación barcelonesa, y con el registro de ocho domicilios, también uno en Madrid, Jaén, Murcia y Vizcaya. Los agentes detectaron que se estaba moviendo el mercado de armas de forma ilícita a través de internet, un hecho que hizo saltar las alarmas en el cuerpo de la Guardia Civil y desencadenó toda la investigación.
Movían centenares de armas
En total, en todo el Estado la policía ha intervenido 242 armas de fuego, entre las cuales las 21 armas de guerra recaudadas en Barcelona, 425 armas largas y 36 armas que, a pesar de que no se utilizaban, los investigados las tenían con la intención de reactivarlas. También se han encontrado más de 20.000 cartuchos metálicos de diferentes calibres, una cantidad importante de pólvora, piezas necesarias para la manipulación de las armas y maquinaria industrial para la fabricación ilegal de cañones, piezas y municiones.
Una operación conjunta
La operación se ha dirigido desde la Jefatura de Información, el ente de la Guardia Civil encargado de llevar a cabo la coordinación y dirección de algunas investigaciones. También han participado las comandancias de Barcelona, Madrid, Jaén, Vizcaya, Murcia y Salamanca, así como el servicio de perros detectores de armas. De forma coordinada, los agentes han realizado varios registros en cinco territorios diferentes del Estado, acabando con los tres detenidos y dos investigados más por tráfico de armas.
