Los Mossos d’Esquadra detienen a dos trabajadoras sexuales por estafar a los clientes. Las acusadas, según han informado los agentes, drogaban a las víctimas para luego hacer cargos fraudulentos en sus tarjetas de crédito. En una publicación en sus redes, los Mossos aseguran que las detenidas «vertían sustancias químicas en las bebidas» de los objetivos. Una vez que los estupefacientes hacían efecto y las víctimas estaban vulnerables, realizaban compras con sus tarjetas, por un valor de más de 8.000 euros. En total, los agentes han identificado cuatro casos, si bien investigan aún los hechos en busca de más afectados.
Las detenciones se han producido este mismo sábado, en el registro de un burdel en el distrito del Eixample. Cuando los agentes accedieron al local, encontraron «sustancias similares a las utilizadas para la sumisión química», el método que utilizaban las dos detenidas para culminar los gastos fraudulentos con las tarjetas de los potenciales clientes. Las dos detenidas eran mujeres de 27 y 41 años, respectivamente.
Robo con intimidación
Tras ser arrestadas, las dos trabajadoras sexuales fueron trasladadas a disposición judicial, la noche del mismo sábado 15 de marzo. Han sido acusadas de cuatro delitos de estafa y robo con violencia e intimidación. Cabe decir que el modus operandi de ambas detenidas era el mismo y, de hecho, actuaban de manera coordinada. Más allá de las dos detenciones, los Mossos también han denunciado a seis personas más por tenencia de sustancias estupefacientes. Los hechos se producen en medio de una bajada sustancial de los robos violentos en Barcelona. Según los datos publicados por el Ayuntamiento y el Departamento de Interior de la Generalitat, este tipo de delitos cayeron un 8,4% en 2024. El perfil de las acusadas es muy diferente del más usual: normalmente el ladrón actúa solo, va casi siempre desarmado y comete el delito en la calle.