El Bar Calders ha estado víctima de un acto vandálico a su establecimiento. Este sábado, a primera hora de la tarde, una persona rayó el mural dibujado en el lavabo de hombres pintado allí hace más de diez años, tal como ha denunciado el mismo bar en sus redes sociales. La obra se trata de un exótico mural y es creación de la artista brasileña Elisa Marx.
El sábado 17 de junio a primera hora la tarde, mientras el local estaba de servicio, una persona decidió cometer un acto vandálico con un objeto punzante y rayó el mural que lleva en aquel lugar más de diez años. Así lo demuestra la fotografía, donde se ve que el enorme mural está completamente lleno de rayas. Es un mural salvaje y llamativo con escenas divertidas y dibujos de diferentes animales pintado con pinturas rupestres y con un color muy vivo.
La obra se creó poco después de que abriera el bar en 2011 e, incluso, salió en un libro sobre lavabos de Barcelona escrito por Òscar Broc y titulado «Barcelona es una mierda» publicado en 2012. El bar explica que la artista vive fuera de Cataluña y pide la ayuda de algún restaurador para intentar arreglar la obra de arte y volverla en su estado original. El mismo bar, tal como publica en sus redes, tilda el autor «de imbécil integral» y describe que es un «granuja que no sabe respetar espacios ajenos».
El año 2019, el Bar Calders recibió un premio por parte del TOT Barcelona. Este medio otorgó al establecimiento el premio Vinari al mejor local para hacer el vermut en Barcelona en el marco de los Premios Vinari de vermuts. El local está situado a lado de la avenida Paralelo y está ubicado en el pasaje Pere Calders donde, al lado, también hay la librería que lleva el mismo nombre.
No es el primer acto vandálico en Barcelona
Lamentablemente, la ciudad de Barcelona ha sido víctima otros actos vandálicos que han afectado monumentos y obras artísticas que la hacen característica. El caso más reciente fue el del icónico beso realizado por el artista Joan Fontcuberta, que es una atracción turística y que fue estropeado con un dibujo negro. La capital catalana ha sufrido también en otros lugares de la ciudad este tipo de acciones. Tanto es así que el Ayuntamiento de Barcelona tuvo que poner en marcha un programa de limpieza de pintadas y retirada de carteles de la vía pública.