Los Mossos d’Esquadra han desmantelado cuatro búnkeres ubicados en la Zona franca donde se vendía droga «las 24 horas del día», según ha publicado la policía catalana en un comunicado. Los pisos disponían de medidas de seguridad y tenían planes para deshacerse de la droga y el dinero en caso de urgencia. Los agentes han encontrado, en este sentido, forjas de fundición de metal para quemar la mercancía.
La investigación, que también ha contado con la colaboración de la Guardia Urbana de Barcelona, empezó a partir del aviso de unos vecinos de la zona y ha acabado con sucesivas entradas a los diferentes inmuebles los días 12, 17 y 20 de julio y una última el pasado 9 de agosto. Más allá de materiales para fundir metal, los agentes también han encontrado, en estos búnkeres, cerca de 2.000 euros, cocaína, hachís y crack. La policía ha detenido doce personas, todos hombres de entre 30 y 60 años, por un presunto delito de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal.

Búnkeres blindados
Los búnkeres, ubicados «a las proximidades de una de las plazas del distrito», estaban activos durante todo el día, incluso también durante la noche. Las puertas estaban blindadas con planchas de acero, triple y doble puerta de acceso, tenían las ventanas con hierros cruzados y disponían de sistemas de videovigilancia. Según la policía, no dejaban entrar nadie y distribuían droga en todo el área metropolitana.

La técnica ‘punteros’ y ‘aiguadors’
Los potenciales clientes eran de edades muy dispares, desde los 25 años hasta los 70, y había consumidores habituales y esporádicos. El comunicado policial explica que los traficantes pasaban la droga con la técnica ‘punteros/aguadores’: los consumidores se dirigían a un piso u otro en función de la cantidad de droga que había en cada uno de ellos. Los detenidos los dirigían a la salida porque la policía no les interviniera la droga y controlaban los movimientos policiales para alertar si había que evacuar el plan.
