Nuevo caso de posible infiltración de policías españoles en el activismo barcelonés. Una agente de 26 años del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) habría formado parte durante dos años del movimiento por Palestina y de la izquierda independentista en la capital catalana hasta finales de 2020, cuando desapareció alegando un cambio de destino del trabajo de comercial que realizaba y la delicada salud de su madre.
Según la investigación de La Directa, la policía habría utilizado la identidad falsa de Belén Hammad Gómez para presentarse en octubre de 2018 a la presidenta de la Comunidad Palestina de Cataluña, Natàlia Abu-Sharar. En ese momento, le dijo que su madre era madrileña y su padre de origen palestino y que estaba interesada en participar en el movimiento. Así logró formar parte y sumarse también a la Coalición Prou Complicitat amb Israel.
Esta introducción le permitió después acercarse al Casal Popular 3 Voltes Rebel del distrito barcelonés de Nou Barris, donde habría hecho los contactos necesarios para acceder a la formación independentista Endavant. Durante los más de dos años que estuvo infiltrada con una identidad falsa en los movimientos sociales barceloneses, se implicó a fondo en las movilizaciones contra la sentencia del procés del otoño de 2019, participando incluso en la conocida como batalla de Urquinaona. No solo disponía de un DNI con la falsa identidad, también realizaba transferencias bancarias y pagos por Bizum desde una cuenta que había logrado abrir en Triodos Bank, según precisa la investigación periodística.
La presunta infiltrada también participó en febrero de 2019 en un programa de liderazgo y transformación social enfocado a la prevención de los extremismos violentos, impulsado por la entidad Novact con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD) de la Generalitat de Cataluña.
Contacto con el movimiento barcelonés hasta 2023
Las indagaciones de La Directa apuntan que la mujer formaría parte de la 32ª promoción de la Escuela de Policía de Ávila y se habría graduado y jurado bandera en junio de 2018. A pesar de haber marchado de Barcelona a finales de 2020, alegando un cambio de destino del presunto trabajo de comercial que realizaba y la delicada salud de su madre, la infiltrada habría mantenido el contacto telefónico con el activismo barcelonés hasta bien avanzado el año 2023.
