Seis personas han presentado una querella contra los Mossos d’Esquadra por la actuación que llevaron a cabo para disolver una manifestación durante la huelga por Palestina el pasado 15 de octubre. Los hechos ocurrieron alrededor de la estación de Sants, cerca del hotel donde se hospedaba un equipo de baloncesto israelí que tenía que jugar contra el Bàsquet Manresa. Un centenar de manifestantes se sentaron delante para intentar impedir la salida del equipo del hotel y los Mossos hicieron uso de gas pimienta para disolver el bloqueo de los activistas. Los denunciantes, que han presentado la querella de la mano de Alerta Solidària, Irídia, la CGT, La Intersindical y la IAC, cuestionan la legalidad del uso de gas pimienta y alegan que se les vulneró el derecho de huelga, de protesta y de libertad de información.
Las entidades apuntan que varios furgones de los Mossos d’Esquadra se desplegaron en la zona e iniciaron una carga “con empujones, la técnica de arrancar cebollas y uso reiterado de gas pimienta directamente a la cara, sin ningún aviso previo”. Esta actuación dejó a una cuarentena de personas afectadas, insisten. En este sentido, los hechos descritos en la denuncia exponen que los manifestantes se vieron rodeados por dos cordones policiales; “los agentes de orden público del CME la disolvieron utilizando la fuerza física. Sin ningún aviso previo, a las 17:01 horas, tres de los agentes del CME […] comenzaron a levantar a la gente del suelo, agarrando a las personas por los brazos. Y de manera casi simultánea, y también sin previo aviso, uno de los agentes que se encontraba en la misma línea policial roció de forma indiscriminada a los manifestantes con Spray OC (Oleoresin Capsicum), conocido como gas pimienta”.
La denuncia, que ha podido consultar este diario, alega que los Mossos hicieron un uso “indiscriminado y reiterado” del gas pimienta contra los manifestantes que estaban en el suelo “de forma pacífica”, un aspecto que vulnera “los principios legales de necesidad, proporcionalidad y concurrencia”. “Los Mossos solo pueden usar instrumentos de fuerza —incluido el gas OC/pimienta— cuando no hay alternativas menos lesivas disponibles y cuando sea estrictamente necesario para controlar situaciones de violencia o riesgo inminente de daños a personas o bienes (hechos que no tuvieron lugar en la manifestación del 15 de octubre de 2025, en la que actuaron)”, exponen los denunciantes. La acusación entiende que estos mecanismos solo se pueden usar “en situaciones concretas de violencia” y no para dispersar “manifestantes íntegramente pacíficos” agrupados en una “multitud pacífica”. La denuncia también dice que no hubo ningún aviso previo de la policía.

Lesiones provocadas por el gas pimienta
La actuación policial provocó lesiones físicas a diferentes miembros de la protesta, según se recoge en los informes médicos adjuntados a la denuncia. El texto habla de “irritación y vómitos” provocados por la inhalación del spray y, en uno de los casos, de “broncoespasmo agudo”, un problema derivado del tensado de los músculos de los pulmones. “En ningún momento, previo a ser rociada con gas pimienta, [la afectada] fue advertida por parte del CME para que abandonara la concentración. Se encontraba rodeada de personas y un elemento físico a la derecha, lo que le imposibilitaba salir del lugar donde estaba siendo gaseada”, añade el texto.
El texto apunta que algunas de las personas rociadas tienen responsabilidades sindicales. En uno de estos casos, más de un agente le habría lanzado gas pimienta cuando ya estaba de pie, a pesar de que “no mostró ningún tipo de resistencia”, provocándole que “no pudo abrir los ojos durante los primeros 10 minutos y tuvo importantes dificultades para respirar”. Los informes médicos reconocen que la actuación ha provocado “reacciones cutáneas” en diferentes manifestantes y que algunos de ellos tuvieron que ir a urgencias y recibir antihistamínicos por vena.

Quejas por la poca información de Interior
Las acusaciones también hacen referencia al informe del Departamento de Interior facilitado a los grupos parlamentarios tras una petición de la CUP. En este, “se indica que el uso de spray OC durante la movilización del 15/10/2025 en Barcelona fue ‘autorizado por el mando del dispositivo durante los hechos, y no previamente’, lo cual evidencia que no había una valoración previa del riesgo ni una planificación preventiva, contraviniendo los estándares mínimos exigidos para el uso de armas menos letales según las propias instrucciones internas y las recomendaciones de Naciones Unidas a las que el mismo Departamento dice ajustarse”.
Por otro lado, se lamenta que, a pesar de que el informe reconoce la existencia de un protocolo sobre la utilización del gas pimienta, el departamento dirigido por la consejera Núria Parlon no lo ha facilitado, lo cual “impide comprobar si la actuación policial del 15 de octubre de 2025 se ajustó a los criterios internos”.
En una rueda de prensa este jueves por la mañana, la coordinadora de litigio en Irídia, Sònia Olivella, ha insistido en que el gas pimienta “no puede ser utilizado ante resistencias pasivas” y que su uso “vulneró derechos fundamentales”. En esta línea, Xavi Monge, de Alerta Solidària, ha recordado que la huelga por Palestina fue debidamente convocada y que la administración debía garantizarla, “exactamente lo contrario de lo que sucedió”. Esta actuación, ha concluido, envía un mensaje “claramente coaccionador” a toda la jornada de huelga.
