El jurado popular ha declarado culpable de asesinato con ensañamiento y alevosía al hombre juzgado en la Audiencia de Barcelona por matar a una pareja de ancianos en el barrio de la Bordeta en 2019. Durante el juicio, el acusado negó «rotundamente» los hechos, pero sí admitió que conoció al matrimonio cuando trabajaba como comercial y les vendió varios productos como un sofá de masaje valorado en miles de euros. En el veredicto, el tribunal destaca que los fallecidos eran personas vulnerables porque se encontraban «en una situación de fragilidad médica» y que el procesado les causó «un gran sufrimiento». Además, también considera que el acusado es culpable de un delito continuado de estafa y uno de robo después de ganarse la confianza de la pareja con estos objetivos.
En su veredicto, el jurado ha considerado por unanimidad que el acusado asesinó a las dos víctimas después de que descubrieran que las había estafado. Han concluido que les provocó múltiples puñaladas que les causaron la muerte por shock hipovolémico. El jurado popular ha apuntado que el acusado comenzó a “desarrollar un plan” para matar al matrimonio para evitar que descubrieran que se había transferido dinero a su cuenta y que había intentado sacar dinero con la tarjeta de crédito de los difuntos. Además, ha señalado que intentó comprar burundanga los días 12 y 13 de agosto para administrarla a las víctimas.
El jurado también ha apuntado que las víctimas no pudieron hacer nada para prever o evitar el ataque por la situación de “fragilidad” en que se encontraban y que el procesado les causó un “gran sufrimiento”. Al mismo tiempo, ha remarcado que la mujer presentaba una elevada “vulnerabilidad” por su edad y por la movilidad reducida que presentaba.
Prisión permanente y revisable
Después de escuchar el veredicto, tanto la fiscalía como la acusación particular han pedido para el acusado dos penas de prisión permanente revisable por cada uno de los asesinatos, con alevosía y ensañamiento para la facilitación y evitación del descubrimiento de la comisión de otro delito. Además, también se han mantenido los dos años y siete meses de prisión por un delito continuado de estafa. En cuanto al robo, el fiscal ha apostado por mantener el robo con violencia a pesar de que el jurado no lo ha considerado probado.
En cuanto a la defensa, esta se ha reservado el derecho a recurrir en todos los términos el veredicto. Ha solicitado que alternativamente al asesinato se considere que el procesado cometió dos homicidios al valorar que no ha quedado suficientemente probado el ensañamiento. Además, ha dicho que el jurado no ha entendido correctamente el concepto de alevosía. También ha rechazado el delito continuado de estafa, y en cuanto al robo con violencia, ha pedido que se sustituya por un delito leve de hurto. Para este ha solicitado una multa de dos euros al día durante 30 días.
El acusado niega «rotundamente» los hechos
En su declaración, el acusado negó «rotundamente» los hechos aunque afirmó que las dos víctimas «eran bellísimas personas». Aun así, sí reconoció que conoció al matrimonio cuando trabajaba de comercial para una empresa y que les vendió varios productos como un sofá de masaje. También admitió que se ganó su confianza sin ningún objetivo concreto y que, incluso, en una ocasión el matrimonio le dejó una tarjeta de crédito para ir a sacar dinero del cajero.
Al mismo tiempo, apuntó que rompió su relación con la pareja cuando lo «pusieron en un aprieto» al pedirle que les ayudara a vender y vaciar el piso donde vivían y una segunda residencia que tenían en el norte de España, para ir a una residencia. En este mismo sentido, relató que las víctimas le dieron unas joyas de oro para que las vendiera, ya que necesitaban dinero.
