Nueva confiscación de drogas en el Port de Barcelona. Agentes de la Guardia Civil, los cuales se encargan de la seguridad de la infraestructura portuaria, han requisado casi 1.700 kilos de cocaína oculta dentro de un contenedor de un barco. Según detallan desde el cuerpo policial a la Agencia Catalana de Noticias (ACN), las sustancias estupefacientes estaban escondidas entre sacos de azúcar en el interior de un contenedor que provenía de Buenaventura, una localidad colombiana. Los agentes de la policía española, con la colaboración de las autoridades policiales de Colombia, ya detectaron una partida de contenedores donde sospechaban que se podía esconder un cargamento de drogas.

Al llegar a Barcelona, la policía española ha intervenido los contenedores señalados y han podido localizar casi 1.700 kilos de cocaína. Concretamente, los agentes de la Guardia Civil han confiscado 1.522 placas, las cuales corresponden a un peso total de 1.669 kilos. Se trata de un nuevo paso en la lucha contra el tráfico de drogas internacional. Ahora, a raíz de esta última intervención, la policía española mantiene abierta una investigación para conseguir desmantelar completamente la red criminal que ha intentado introducir miles de kilos de cocaína en la capital catalana.

Droga confiscada por la Guardia Civil / Cedida a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) por la Guardia Civil

Otras intervenciones policiales contra la droga

La policía española detuvo el pasado 23 de julio cuatro personas en el aeropuerto del Prat procedentes de América del Sur. Llevaban droga a diferentes partes del cuerpo. Concretamente, dos de ellos se habían tragado 186 cilindros de cocaína, mientras que los otros dos llevaban 5,5 kilos de droga enganchados al cuerpo con esparadrapo. Los agentes hicieron varios dispositivos a los vuelos considerados “calientes” por el lugar de procedencia y detectaron primeramente dos sospechosos muy nerviosos y que decían incongruencias sobre el motivo del viaje.

Al hacerlos preguntas sobre su trayecto, la policía empezó a sospechar que se podían tratar de mulas -término con que se denomina a las personas que transportan sustancias estupefacientes. Ante las sospechas, los trasladaron a las instalaciones del Servicio de Aduanas de la Agencia Tributaria, donde los hicieron una radiografía. Así fue como detectaron objetos extraños compatibles con posibles cápsulas de sustancias estupefacientes. Los trasladaron al Hospital de Bellvitge, donde esperaron que los expulsaran y comprobaron que era cocaína.

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