Càstig ejemplar al propietario de dos perros potencialmente peligrosos que en 2018 atacaron a dos personas en Vallvidrera (Sarrià-Sant Gervasi). Una jueza de Barcelona lo ha condenado a medio año de prisión y a pagar una indemnización de 58.883 euros por dos delitos de lesiones graves, ya que el propietario no adoptó las medidas de prevención necesarias. Según la sentencia, adelantada por EFE, era “evidente” que los dos perros, de la raza American Staffordshire Terrier, requerían una precaución extrema porque son animales potencialmente peligrosos.
Según se explica en la sentencia del Juzgado Penal número 10 de Barcelona, los dos perros se escaparon de casa porque el propietario, que había salido a dar una vuelta con su hijo, no dejó la puerta bien cerrada ni tomó ninguna otra medida de precaución, ya que los dos animales estaban sin atar y no llevaban bozal. Aunque el jardín está rodeado de una verja, los perros encontraron la manera de escaparse y mordieron a dos personas en Vallvidrera. La jueza considera que era “evidente” que los dos perros, que en el momento del ataque tenían 11 meses y pesaban más de 20 kilos, podían ser peligrosos y podían “hacer daño”. Y más sin haber recibido ningún tipo de adiestramiento, como era el caso.

Dos ataques con media hora de diferencia
Los hechos ocurrieron el 19 de diciembre de 2018. Los perros atacaron primero a un agente de la Policía Nacional fuera de servicio que hacía deporte por la zona. Lo tiraron al suelo y lo mordieron varias veces. Además de las cicatrices, el ataque le ha dejado secuelas en una mano, ya que le arrancaron el nervio de un dedo. Un rato después, los animales atacaron por la espalda a una persona mayor que caminaba por el barrio y le mordieron el brazo. También le causaron varias heridas en el cuerpo. Finalmente, la Guardia Urbana localizó a los perros frente a la casa del propietario, con la puerta abierta, y cubiertos de sangre. Con el coche los obligaron a entrar al jardín y cerraron la verja.
La sentencia, que todavía se puede recurrir, da por probado que el propietario cometió una negligencia al no cerrar bien la puerta del jardín. El hombre ha sido condenado a tres meses de prisión por cada delito de lesiones por imprudencia grave y lo obliga a indemnizar con 27.897 euros al agente de la policía española y con 30.986 al otro hombre.