Fuerte golpe contra el tráfico de drogas en Barcelona. Esta semana, diferentes agentes de la Policía Nacional y de la Curada Civil han detenido 72 personas y ha interceptado más de una tonelada de cocaína en una operación que ha servido para desmantelar «la organización criminal más grande de introducción de cocaína desde Barcelona en las Islas Baleares». En la última fase de la investigación han caído 33 personas que operaban desde la capital catalana y 29 más lo hacían en Palma. En anteriores etapas de la operación, la policía había detenido 10 personas.
Los traficantes trabajaban en diferentes puntos del territorio, todos muy conectados con Barcelona, y bajo una estricta y dura disciplina. Los agentes han clausurado tres laboratorios de procesamiento, extracción y producción de cocaína ubicados en diferentes puntos de la demarcación de Barcelona. En estas naves, informa la policía, también se ha confiscado «todo tipo de maquinaria e instrumentos necesarios» para la actividad criminal.
Droga mezclada con pulpa de fruta
La organización camuflaba la droga dentro de unos bidones que mezclaban cocaína y pulpa de fruta. Estos bidones eran transportados por algunos camioneros en las Islas Baleares y volvían cargados de dinero en Cataluña para pagar los distribuidores al puerto de Barcelona. Así conseguían esquivar los tests antidroga. Poco después, con la ayuda de unos disolventes, separaban la cocaína del que no les interesaba. Después de ser procesada, los investigadores estiman que los traficantes podrían llegar a generar cerca de 1.100 kilos de cocaína.

Siguiendo con la droga, la policía se ha hecho con 63 kilos de cocaína precintada en bloques, lo cual se conoce como «ladrillo», y 90 kilos más de ketamina, una sustancia «muy peligrosa para la salud». Durante el cacheo en los laboratorios, los agentes también han requisado más de 3.300 pastillas de éxtasis, marihuana y hachís, 500 kilos de sustancia de corte.
Como acostumbra a ser habitual en este tipo de operaciones, la policía también ha conseguido encontrar una gran cantidad de billetes escondidos por los traficantes, que guardaban 460.000 euros en metálico, y diferentes armas de fuego.
