En Barcelona hay unas 12.000 palmeras de varias especies y, de estas, 2.500 son de la especie datilera, que es la misma que cayó en el Raval y provocó la muerte de una chica de 20 años la semana pasada. Según explicó el Ayuntamiento en una comparecencia después de una reunión de urgencia con Parcs i Jardins, no hay un «factor determinante clarísimo” que justifique la caída de la palmera datilera, pero los expertos trabajan con tres hipótesis que podrían explicar el incidente, y que un informe externo encargado por el consistorio tendrá que aclarar: el estrés hídrico por la falta de lluvias, un ligero estrechamente de la parte alta de la palmera o la presencia de nidos de cotorra.
Según ha detallado Parcs i Jardins, cada dos años se revisan los 250.000 árboles de toda la ciudad, “un protocolo que está por encima de los estándares internacionales”, según el gerente de Pacs i Jardins, Francesc Jiménez, que también deja claro que “el riesgo cero no existe, pero tenemos unos árboles sanos en la ciudad”. En el caso de la palmera que cayó, se hizo un test de oscilación en 2021, y la última poda de este árbol se hizo el 28 de noviembre de 2020. “Pasó los tests y las inspecciones siempre, por eso no se incluyó en una revisión anual, sino bianual”, asegura el consistorio.
Arrancan las inspecciones a 800 palmeras
Desde que en 2020 una palmera del parque de la Ciutadella mató a un hombre de 41 años, que las datileras se revisan cada dos años, primero con un test de oscilación y después con una prueba que determina su dureza. Las que no superan la inspección se talan. Las dudosas tienen que pasar después la prueba del resistógrafo y, según los resultados, se tienen que someter al test de oscilación cada año. Este año tienen que pasar esta prueba extra 58 palmeras datileras.
