Malestar dentro del cuerpo de la Guardia Urbana de Barcelona por las condiciones en las que trabajan algunos de sus agentes. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios/arias CSIF Guardia Urbana de Barcelona ha denunciado el asedio que viven los agentes que prestan servicio en la nueva comisaría de Ciutat Vella, en el barrio del Raval que incluye «ataques vandálicos».
Daños en vehículos y lanzamientos de objetos
En un comunicado, el sindicato ha alertado que a menudo los agentes son víctimas de «lanzamientos de objetos» cuando hacen uso de los vehículos oficiales de la Guardia Urbana, y asegura que se han producido reiterados daños en las motocicletas y coches policiales ubicados en la zona de aparcamiento reservada, situada entre las calles Drassanes y Sant Oleguer. Y es que, advierte el sindicato, este aparcamiento no dispone de videovigilancia, a pesar de que se trata de una instalación nueva, inaugurada a finales de 2022. Es por todo ello que el CSIF ha pedido que el consistorio tome las medidas necesarias para revertir la situación.
Desde retrovisores rotos hasta cortes en asientos de motocicletas, con orina y defecacions encima. Este es el panorama gráfico que describen los agentes que lo han sufrido. Además, se registró un incendio en una batería de contenedores próxima a la comisaría y un vehículo propiedad de un agente destinado en Ciutat Vella apareció vandalizado. “Ya advertimos que la ubicación de esta comisaria era un error por varios motivos, entre los cuales, los inherentes a la seguridad del edificio y la evidente carencia de protección de los vehículos», ha apuntado el sindicato en el comunicado.
De hecho, ya han presentado numerosas denuncias ante Inspección de Trabajo para alertar que “las instalaciones son bastante deficientes” y que hay una “carencia de seguridad y salud”. El sindicato también ha dirigido un escrito al jefe de la GUB y otro al jefe del departamento de Prevención de Riesgos Laborales exponiendo «la grave situación» que sufren estos profesionales.
