135.000 euros para reparar el ataque de 70 grafiteros al metro de Barcelona

El ataque vandálico al metro de Barcelona, provocado por 70 grafiteros la madrugada del pasado domingo, todavía lleva cola. Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha gastado 135.000 euros para limpiar los trenes y los desperfectos causados en tres estaciones de metro. Así lo ha especificado hoy TMB, que ha destacado que hay debe personas trabajando a paliar los efectos del ataque. La acción obligó a parar parcialmente las líneas 2 y 4 del Metro, unos debe minutos aproximadamente. Hay dos trenes afectados.

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La primera teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona y presidenta de TMB, Laia Bonet, ha condenado el ataque, el cual ha calificado de acción «grave». Bonet también ha lamentado el coste económico «lamentable» que conlleva reparar los desperfectos causados en unos hechos como estos. «En la reacción hay mucho trabajo a hacer, pero hay que poder identificar las preparaciones previas para llevar a cabo actuaciones de estas características«, ha dicho la responsable de la movilidad coincidiendo con la presentación de los datos de siniestralidad.

Por su parte, el teniente de seguridad, Albert Batlle, también presente a la rueda de prensa, ha dicho que Mossos y Guardia Urbana están revisando las cámaras de videovigilancia de las estaciones afectadas. Batlle ha remarcado que los cuerpos policiales trabajan conjuntamente para averiguar «qué ha podido pasar». «Son unos actos de vandalismo que no tienen ningún tipo de sentido», ha lamentado. Por su parte, TMB ha especificado que denunciará los hechos porque se trata de un ataque organizado. Los vigilantes de seguridad identificaron uno de los grafiteros.

Ataques masivos al metro de Barcelona

En octubre de 2023 el metro de Barcelona sufrió un ataque de características similares. En aquella ocasión, unos sesenta grafiteros se colaron al metro, también por la noche, para pintar los trenes. En aquella ocasión, TMB apunta que los autores del ataque echaron a perder la puerta de la estación Vall de Hebrón y accedieron al andén del tren después «de agredir un vigilante de seguridad del metro».