«Seguimos sin dormir por las noches, estamos agotados y pedimos solidaridad a las entidades, a la prensa y al resto de fuerzas políticas, porque nuestras noches son un infierno. Ya no podamos más». Es la enésima denuncia que hacen los vecinos del llamado Triángulo Golfo del Poblenou. En conversación con el TOT, la plataforma Veïnat El Parc i la Llacuna del Poblenou, asegura que el plan antirruido puesto en marcha este verano «no funciona». Como prueba, un video que muestra las molestias por ruido que soportan habitualmente por los locales de ocio nocturno y los botellones en esta zona. Se puede oir a personas cantando y gritando a todo volumen la noche de este pasado jueves en la calle Sancho de Ávila, hacia las 5 de la madrugada.
Un plan antirruido que de momento ha fracasado
Los vecinos aseguran que este y otros videos constatan que el Pla Endreça del Ayuntamiento, impulsado con la llegada del alcalde Jaume Collboni para mejorar el civismo, la limpieza y la seguridad, ha fracasado. «¿De verdad piensan que se está solucionando? No nos tomen el pelo, su plan no funciona», han escrito los vecinos en las redes sociales. De hecho, esta zona, que se encuentra entre las calles Almogàvers, Pallars, Pere IV, Zamora, Pamplona y Àraba, tiene un plan antirruido propio, después de que el Ayuntamiento constatara que aquí «se superan de forma reiterada y con creces los valores límite de ruido que marca la Ordenanza de medio ambiente de Barcelona”.
Algunas de las medidas aplicadas desde hace tres meses es restringir la apertura de nuevos establecimientos musicales, bares y tiendas donde se vende alcohol; avanzar la recogida de terrazas a las 23 horas y reducir la hora de venta de alcohol de los pequeños establecimientos de víveres. Esta normativa afectaba establecimientos de hasta 300 metros cuadrados, que tienen que estar cerrados desde las 22 a las 7 horas. Dos medidas más son aumentar el número de agentes de la Guardia Urbana en el espacio y prohibir que se organicen fiestas.
Pero todo ello no ha tenido el efecto esperado y las noches de los vecinos de la zona continúan siendo «un auténtico infierno», denuncian los afectados.

