Imma Sust trabaja en una tienda de la calle de Casanova, 15, Amantis Sant Antoni. Está en el barrio de Sant Antoni. Y ella, como muchos otros vecinos y comerciantes, asegura que no puede más con la situación que vive el barrio. Suciedad, incivismo, amenazas e insultos se han convertido en su día a día cuando trabaja en este establecimiento. «Un día, sin consulta previa, cambiaron de lugar unos contenedores de una acera a la otra, y desde entonces esto es un nido de mierda y suciedad». Imma denuncia que han cambiado los contenedores y los han colocado delante de su tienda, a pesar de que al frente hay dos establecimientos cerrados. Denuncia que cada día «se acumula mierda», pero además, «aparecen personas que nos insultan, nos amenazan, nos gritan, se orinan y defecan». De hecho, ella misma muestra una gran deposición frente a la puerta del establecimiento. También muestra imágenes de cómo los bomberos han tenido que venir porque han quemado los contenedores. También en un momento del vídeo que ha difundido en las redes sociales, un chico le dice «puta» porque está grabando, otro lanza una piedra y otro tira basura al suelo.

La comerciante ha puesto denuncias a la policía «por miedo», y también ha ido a la Oficina de Atención al Ciudadano con las denuncias y fotografías y vídeos que avalan su queja. Pero de momento la situación no ha mejorado. «Queremos trabajar con dignidad, no queremos tener miedo», reclama esta ciudadana.

«Degradación del barrio»

Hace unos días, entidades de Sant Antoni denunciaron “la degradación” del barrio. Han enviado una carta a los concejales del Eixample, Jordi Valls, y de Ciutat Vella, Albert Batlle, en la cual denuncian “la degradación” del barrio. “Es mucho más que un problema de convivencia: es el reflejo de una pobreza estructural que desemboca en conductas incívicas y riesgos para todos”, explican el mercado de Sant Antoni, la Unión de Comerciantes SOM Sant Antoni, los Encants de Sant Antoni y la Fundación ONG Veí a Veí. “Queremos un plan que combine medidas de seguridad y limpieza con políticas sociales que aborden la raíz de la pobreza que sufre parte de nuestra población”, decían en la carta difundida hace unos días.

Entre las problemáticas que se mencionan en la carta figuran la presencia “permanente” de vendedores ambulantes, del llamado mercado de la Miseria, en la ronda de Sant Pau; la venta ilegal de alimentos, como pescado y verduras, sin ningún tipo de control sanitario en la ronda de Sant Antoni; la celebración de partidos de fútbol en la parte pacificada de la ronda, también durante las noches y las madrugadas, lo que impide el descanso del vecindario y genera problemas de seguridad vial, y consumo de drogas en la vía pública.

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