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VÍDEO | Acción contra el restaurante que discriminó lingüísticamente a un exconsejero

Hace justamente una semana, el exconsejero de Interior Miquel Buch denunciaba en las redes sociales que había sido víctima de discriminación lingüística en un restaurante de Sarrià-Sant Gervasi. En concreto, el Café de París, donde según el relato de Buch, los camareros acabaron anulándole la reserva de mesa que tenía porque se dirigió a ellos en catalán. “Este restaurante no ha querido atenderme porque hablo en catalán y ellos en castellano”, dice Buch grabándose en las puertas del establecimiento. “Me sabe muy mal, es un restaurante de Barcelona, la capital de mi país”, dijo el exconsejero en un vídeo grabado en la puerta del restaurante. “Es bueno que sepamos que el Café de París maltrata la lengua y el catalán”, sentenciaba. Poco después, a preguntas del TOT Barcelona, el establecimiento no desmentía categóricamente los hechos, y se limitaba a decir que sus clientes ya los conocen, y que quien quiera puede ir a comprobarlo: «Tenemos muchos clientes y quien viene sabe cómo somos. Estamos muy tranquilos, que este señor diga lo que quiera, la gente es muy prepotente”. Aunque insistieron en conocer la versión de los hechos por parte de los camareros, desde el restaurante el Café de París concluyeron que no querían polémicas: “No queremos entrar en ninguna polémica, quien quiera saber cómo somos puede venir a comer o cenar y lo comprobará”.

Acción de denuncia contra el Café de París

Una semana después, el colectivo Nosaltres Sols, integrado por jóvenes independentistas «nacidos del espíritu de 2019», ha difundido en redes un vídeo donde se puede ver una acción de protesta que han hecho por la noche, en la que han colocado adhesivos -donde se puede leer el mensaje Este establecimiento no respeta el catalán– en la fachada y la persiana del establecimiento de Sarrià-Sant Gervasi. «Si el Café de París no respeta el catalán, los catalanes no respetamos el Café de París», dicen en el vídeo, y añaden una amenaza clara: «Demostramos que los ataques a nuestra lengua y nación no salen gratis, si no nos respetan, nos haremos respetar. Lo que hoy han sido adhesivos, mañana pueden ser martillos».

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