La ventana del comedor de Santiago Comas ya no da a la gran cubierta de amianto del Eixample. Este vecino del número 78-82 de la calle de Aragón ha presenciado de primera mano como los operarios sustituían después de medio siglo dos terceras partes de este tejado de fibrocemento de cerca de 2.500 m², ubicado en el interior de manzana delimitado por las calles de Aragó, Consell de Cent, Calabria y Viladomat. Los trabajos arrancaron el pasado martes 13 de febrero y han concluido esta misma semana, de forma que se han alargado en total cinco semanas, algo más de lo previsto inicialmente, que era unas dos semanas.
Malgrat un inicio turbulento marcado por la poca antelación con la cual se avisó a los vecinos de la veintena de comunidades que conforman este interior de isla, dándose incluso la circunstancia que ni siquiera se comunicó la actuación a los locales con ventanas o patios interiores, las obras han concluido satisfactoriamente y han permitido eliminar las placas de uralita que cubrían una gran nave industrial que durante muchos años perteneció a la compañía automovilística francesa Peugeot y que en los últimos años ha estado en desuso. El tejado se ha sustituido por un nuevo techo de un color terroso que recuerda al de los ladrillos y que contrasta con el gris desgastado del amianto que había imperado durante los últimos cincuenta años en este espacio del barrio de la Nova Esquerra de l’Eixample.

Buena predisposición sin calendario fijado
Después de comprobar que los trabajos a cargo de la empresa Asbestho’s Gestion Desamiantados (AGD) se han realizado siguiendo todos los protocolos de seguridad establecidos para evitar la dispersión de fibras potencialmente cancerígenas, la veintena de comunidades de este interior de manzana esperan ahora que se desbloquee la retirada de la otra parte del tejado que todavía conserva el fibrocemento original, que corresponde a una tercera parte del total de la cubierta. Esta uralita superviviente se encuentra en un terreno ocupado actualmente por un parking que tiene su entrada por la calle de Aragó y -según las últimas informaciones- la propiedad no tiene aparentemente ningún tipo de intención de proceder a sustituir con celeridad este material tóxico.
En este sentido, desde el Ayuntamiento aseguraban a finales de año que se mantenía incoado un expediente de disciplina urbanística contra los responsables legales del espacio con el objetivo de enmendar el “mal estado de la cubierta y su falta de mantenimiento”. A preguntas del TOT Barcelona, fuentes municipales indican ahora que los propietarios del terreno mostraron «buena predisposición» para retirar el tejado en una reunión con el consistorio celebrada hace unos meses, pero remarcan que les corresponde a ellos marcar los tiempos de la actuación. Desde el ejecutivo subrayan que para facilitar la erradicación de este amianto la propiedad puede pedir las ayudas que otorga la Generalitat. Una vez iniciados los trámites, la retirada se puede hacer efectiva en un plazo de cuatro meses, contando con todos los permisos correspondientes.