Glamur en plena natura. Máximas comodidades -más que en muchos hoteles-, relajamiento, aire puro, el pío-pío de los pájaros de música de fondo. Pero también aventura, gastronomía, ocio para grandes y pequeños y deporte. El concepto de camping ha vivido una revolución total en los últimos años y a estas alturas se ha consolidado como una opción que tiene más a ver con un estilo de vida, de goce del entorno y de socialización que no con aquella idea de que ir de camping era la única opción que tenían las familias con menos posibilidades económicas. Naturalmente, las tiendas de campaña plegables y las caravanas con su toldo, la mesa y las sillas tienen todavía larga vida, pero ¿quién se imagina que en un camping nos podamos sentir como en un safari africano, estar tumbados en una cama dentro de un glampin con forma geodésica contemplando en silencio una noche estrellada, o leyendo un libro en la terraza de un loft de madera? Esto es el que ofrece el Garrofer Green Camping de Sitges, gestionado por HolaCamp, un espacio nacido en los años sesenta y que ha sido galardonado por la Federación Española de Campings como el camping más original, por su «enfoque hacia nuevos tipos de alojamientos innovadores y sostenibles diseñados para disfrutar de experiencias únicas».

La revolución del camping tradicional
Estos alojamientos innovadores, que el Garrofer Green Camping empezó a implantar en 2017, conviven con parcelas de caravanas y espacios para plantar la tienda, pero en ambientes separados que permiten que el viajero se pueda sumergir en un mundo muy diferente. Por ejemplo, el que proporciona la zona Orión, con alojamientos tipos safari africano, con la estética exterior de una tienda de safari -con una gran terraza y zona de descanso- y donde la misma tienda hace de puerta con cremalleras. Pero una vez se atraviesa la lona exterior, un interior de madera con todas las comodidades. Un gran comedor, una cocina y, sobre todo, esta luz tenue que deja pasar la lona, que crea un ambiente totalmente diferente al que proporcionaría una iluminación convencional. El baño no tiene nada a envidiar en un hotel de nivel, con una ducha muy amplia y con chorro de Spa, además de servicio de toallas incluidas y jabón y champú relajante.
Las habitaciones están pensadas también para el máximo relajamiento, con camas amplias y cómodas y ventanas de la lona de la tienda que dejan pasar la luz justa para que, si queremos, nos podamos despertar a primera hora con la luz del primer sol y el canto de los pájaros. Porque el entorno natural del Garrofer Green Camping tiene el valor añadido de llegar a separar bastante los alojamientos para que ningún ruido impida la desconexión mental que se produce en este espacio.
Y da igual la época del año en la que se visite este camping, porque los alojamientos disponen de climatización. No hay que sufrir ni por el frío dentro de la tienda de safari ni por el calor estival.

La Orión, con capacidad para 5 o 6 personas, está más pensado para las familias o los grupos de amigos. Pero un glampin es también una opción ideal para una estancia romántica. Dormir en una Domo”, una tienda glampin con forma geodésica y contemplar las estrellas y disfrutar de los sonidos de la naturaleza en pareja.

Parque infantil, restaurante e instalaciones deportivas
Pero la vida de camping no es vida de camping si no se hacen actividades que creen recuerdos. Y Sitges, la joya del Garraf, es el envoltorio más perfecto que podía tener el camping. A solo cinco minutos en coche del centro, y a 15 minutos de la playa andando, descubrir esta villa costera y disfrutar de la playa es un valor seguro. Pero dentro del camping hay todo un mundo. El restaurante la Sínia está al nivel del glamur del camping, igual que su supermercado con productos de km0 y de mucha calidad, los dos con una buena terraza para tomar algo, comer o cenar, mientras las criaturas juegan en el parque o participan de las actividades de la ludoteca con monitores. Y también un espacio de barbacoas eléctricas donde podéis cocinar a vuestro gusto con un sistema más respetuoso con el entorno y que evita el peligro de incendios.
Los niños, pero, no querrán salir de la piscina y del parque de madera, donde hay una gran tirolina. Al lado del parque, una pista polideportiva, una zona de gimnasio e incluso un espacio para practicar el boxeo. Y naturalmente, no podían faltar las pistas de pádel.

La cuenta atrás para preparar las vacaciones de verano se ha activado. Tanto si viajáis con criaturas como con amigos, la combinación de naturaleza y glamur es una apuesta segura.