La plataforma vecinal «Salvamos el Parque de Joan Miró» da por hecho que se utilizará el espacio del parque como zona logística mientras duren las obras de la ampliación de la L8 de los Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña, que unirán la plaza de España con Gracia. El colectivo se reunió ayer con el Ayuntamiento y salieron decepcionados de esta reunión.
Según los han comentado, ocupar el parque de Joan Miró es la única alternativa que existe hoy en día y, eso sí, los han comunicado que se está estudiando la situación y poder minimizar el impacto que tendrá tanto medioambientalmente como para los vecinos y las vecinas de la zona, las otras opciones se han descartado por el impacto acústico que generaría hacia los vecinos, un argumento que la plataforma vecinal replicó, ofreciendo dos opciones: La utilización de la Feria de Barcelona y la opción de la calle de la diputación con la calle de Tarragona, lugares que, según las entidades, hay menos vecindario y, por lo tanto, el impacto sería menor.
Desde el Ayuntamiento han explicado a los vecinos que la ocupación de este espacio sería de 20 meses, un periodo de tiempo muy inferior al de la duración de las obras que se harán para conectar las estaciones de los ferrocarriles. De hecho, el consistorio ha reconocido que existe una ‘deuda’ con el parque y que necesita una reforma.
El Ayuntamiento ignora
Desde las entidades vecinales pidieron explicaciones sobre si, dentro de la valoración que ha hecho el Ayuntamiento del impacto acústico, se ha pensado en lo que puede afectar los alumnos del Instituto de Educación Secundaria Ernest Lluch, unos 1000 alumnos, que utilizan el parque de Joan Miró como recreo. La plataforma, además, denuncia que desde el consistorio no ha habido respuesta a las demandas del colectivo, que ha pedido hasta en dos ocasiones el estudio de usos que se hizo del Parque. El objetivo era ver a cuántos vecinos y vecinas afectaría la ocupación.
