La asociación Fem Gòtic avisa que el fenómeno de los narcopisos, hasta ahora un problema más extendido en el centro, ha crecido hacia la zona norte del barrio. Los vecinos que denuncian la situación detallan que se ha localizado un nuevo punto de venta de drogas en esta zona, que estaría, según la denuncia que han hecho en las redes sociales, cerca de un «espacio infantil». La asociación lamenta que no hay «soluciones reales» y pide una respuesta que vaya más allá de la firmeza policial, con agentes sociales acompañando a los Mossos. «La actuación policial –dice la denuncia– debe ir acompañada de una actuación social«.
Este anuncio coincide con una doble actuación esta semana. La policía ha desarticulado dos pisos en el barrio, uno cerca de Boqueria y otro en la calle de la Carabassa, según explicó en el programa Bàsics de Betevé, Stéphanie Montalvo, vecina y miembro de la asociación.

Cambio de paradigma
Montalvo avisa de un cambio de paradigma; estos pisos ya no se ocupan, según la vecina, sino que se alquilan. «Los ampara un contrato y es más difícil echarlos«, insiste. El jueves pasado, La Vanguardia aportaba detalles de un operativo policial para desarticular tres pisos de estas características en el barrio del Raval, en este caso, también con contrato de alquiler. Los vecinos afectados creen que los pisos no son casos aislados y hablan de una red «tentacular».
Los narcopisos es uno de los asuntos que trataron el alcalde Jaume Collboni y la consejera de Interior, Núria Parlon, en su primer encuentro bilateral desde que Salvador Illa está en la Generalitat. Mossos y Guardia Urbana han acordado crear una unidad conjunta de investigación, con sesenta agentes del servicio de inteligencia de cada cuerpo, que se activará «siempre que sea necesario». Uno de los ejemplos que se puso el día de la presentación fue la lucha contra la droga en el centro de Barcelona.