El hospital de la Vall de Hebrón cerrará 272 camas, un 24% de los disponibles, entre julio y el septiembre por carencia de presupuesto. Según ha avanzado
La asignación económica presupuestada para este año se levanta hasta los 980 millones de euros, unos 20 millones más que el 2023. Esta expansión, pero, no ha conseguido evitar las tensiones para pacientes y trabajadores. El Valle de Hebrón encaraba el curso con un «esfuerzo de gestión del gasto ordinario», según reconoció el gerente del centro, Albert Salazar, ya en el mes de marzo. Los llamamientos a los «ajustes», de hecho, han estado constantes desde la dirección política del sistema de salud catalán. El consejero Manel Balcells ya pidió, de hecho, en los principales hospitales de la capital catalana que tomaran medidas para «equilibrar» las cuentas. Los principales escollos para el cumplimiento presupuestario han sido la anulación del sobrecoste de la covid, el aumento de la plantilla del pasado curso y la redistribución de personal a otros puntos del país.

Reducciones de personal
El empequeñecimiento de la capacidad del Valle de Hebrón por motivos presupuestarios ya se ha ido haciendo patente durado los últimos meses. En abril, la gerencia del hospital anunció que no renovaría el contrato de dos centenares de profesionales. Se trataba de contratos del periodo de invierno prorrogados durante la pandemia; los fondos para los cuales cayeron de las arcas del centro pasada la crisis sanitaria. La carencia de nuevas dedicaciones de fondos por parte del Gobierno ha chocado con las subidas salarial pactadas al tercer convenio del Instituto Catalán de la Salud.