El Hospital de la Vall d’Hebron ha activado un nuevo plan de partos para las familias que han sufrido una pérdida perinatal. El objetivo de este plan es identificar las necesidades de las familias y explicar las opciones que tienen ante estos hechos. Dentro de este nuevo plan se incluye la atención personalizada de un mismo equipo o la generación de recuerdos del bebé. Hay que recordar que la pérdida perinatal es la muerte de un bebé durante la gestación o el primer mes de vida.
Fatima Camba, adjunta de neonatología, en declaraciones a la ACN ha explicado que la voluntad del Vall d’Hebron es: «Escuchar los deseos y las preferencias de las familias durante el proceso gestacional, y acompañarlos para que puedan ejercer el rol de padres, aunque sea por poco tiempo». Camba también destaca que: «En una situación así, las familias entran en shock y les es difícil pensar qué necesitan, solo quieren olvidar la situación». La adjunta de neonatología ha remarcado que la situación ideal pasa porque los padres decidan como despedirse de su hijo.
La importancia de recordar al bebé
El nuevo plan del hospital promueve que la familia genere recuerdos de su hijo, como mecerlo después del parto, o fotografiarlo. El personal del hospital se encargará de hacer una caja de recuerdos que se entregará a los padres en el mismo momento o pasado un tiempo. En todo momento el hospital ofrecerá toda la información necesaria y se intentará que tanto la mujer como el hombre sean partícipes de la decisión. Una de las medidas que tomará el hospital es que el personal sanitario sea siempre el mismo durante todo el proceso para conseguir un trato más personalizado.

El protocolo indica que el parto se tiene que realizar al paritorio 1, el más alejado del resto, y se pedirá permiso a la pareja para colocar una imagen de una mariposa azul en la sala de partos, símbolo del luto perinatal para que el equipo de guardia sea consciente del luto.
Acompañamiento y eliminación del tabú
La atención a las familias que sufren una pérdida gestacional o perinatal implica el acompañamiento desde la concepción hasta el posparto. En el posparto se da de alta a la madre al paso de seis horas, y en el supuesto de qué debiera ingresar, lo haría en una habitación individual. En el momento del alta se dejan programadas tres visitas, con la psicóloga, ginecóloga y una visita de asesoramiento reproductivo en la Unidad de Diagnóstico Prenatal. Desde el Vall d’Hebron destacan que se tiene que eliminar el tabú ante estos hechos y dar visibilidad a la situación.
