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Una losa urbanística mantiene en precario a los ganadores del concurso de adornos de Gràcia

Los nervios estaban a flor de piel el pasado 19 de agosto en la plaza de la Vila de Gràcia. Representantes de las 23 comisiones que este año participaban en el tradicional concurso de calles adornadas de las Fiestas de Gràcia se daban cita pasadas las siete de la tarde frente a la sede del distrito para conocer al ganador de la edición de 2025. En una ceremonia marcada por la solidaridad ante el incendio que destruyó la portada que decoraba el tramo central de la calle de Verdi, la propuesta de los vecinos de la calle del Progrés, Progrefoc, conseguía la victoria. Superaba por ocho puntos a la calle de Mozart, campeón de 2024. En medio de la alegría por el resultado del certamen, los integrantes de la comisión ganadora aprovechaban el altavoz para denunciar la situación de precariedad en la que vive instalada la entidad por una afectación urbanística sin sentido.

En concreto, los vecinos se referían a la catalogación como zona verde de una parte del local de la comisión, ubicado en la misma calle. Hablamos del patio de la sede, un espacio de apenas 30 metros cuadrados donde hasta hace unos meses había un cobertizo antiguo que suponía un grave problema de insalubridad para la entidad. Además de la presencia de humedades, habían proliferado mosquitos, otros insectos y palomas. Todo ello hacía necesaria una actuación para poder dignificar esta parte del local. La comisión decidió hacer una inversión importante para solucionar el problema y de paso mejorar tanto el espacio dedicado a guardar materiales como los baños, haciéndolos adaptados para personas con movilidad reducida. La reforma se financió utilizando los ahorros de la agrupación, obtenidos durante años de actividades, rifas y actos populares. Se solicitó el correspondiente comunicado de obras al Ayuntamiento de Barcelona y se llevó adelante con los trabajos.

La sorpresa llegó un tiempo después de la actuación. Mientras los integrantes estaban inmersos de lleno en los preparativos de la fiesta mayor, el consistorio les informó que debían dar marcha atrás con las mejoras introducidas y derribar el cobertizo reformado. El veredicto de los técnicos municipales se basaba en el resultado de una inspección realizada a raíz de la denuncia de un vecino, donde se determinó que los trabajos no se ajustaban a la legalidad y se abrió un expediente de incoación para exigir el derribo de esta parte del local. En cumplimiento del Plan General Metropolitano (PGM), en el espacio afectado por la catalogación de zona verde, que afecta buena parte del interior de la manzana, no se puede construir ni realizar obras de calado de ningún tipo. Paradójicamente, las construcciones ya existentes -como sería el caso del viejo cobertizo- sí pueden mantenerse a pesar de la afectación urbanística si no sufren alteraciones. Esto deja a la entidad en un callejón sin salida, sin poder legalizar la reforma realizada y obligada a mantener su actividad en precario, ya que cualquier tipo de remodelación en la parte del local afectada podría chocar directamente con el planeamiento vigente.

Festa Major de Gràcia. Els carrers guarnits de la Festa Major de Gràcia mostren la creativitat i l’esforç veïnal. / Marta Cardenal
Las calles adornadas de la Fiesta Mayor de Gràcia muestran la creatividad y el esfuerzo vecinal / Marta Cardenal

Alegaciones y llamada a la reacción política

Fuentes de la comisión de fiestas de la calle del Progrés confirman al TOT Barcelona que ya han presentado alegaciones contra la resolución que exige el derribo del nuevo espacio. Consideran que la inspección municipal que determinó que las obras no se ajustaban a la normativa no se hizo de manera regular, ya que no se entró al local, sino que tuvo lugar desde el mismo domicilio del denunciante. Por este motivo, creen que las pruebas y fotografías que han motivado la apertura del expediente no son válidas y que, en todo caso, se debería hacer una inspección en la sede. Las mismas voces sí reconocen, sin embargo, que la reforma realizada hubiera requerido una licencia de obras en lugar de solo un comunicado, aunque remarcan que el problema de fondo sigue siendo la afectación urbanística como zona verde, que tampoco hubiera permitido llevar adelante la actuación a pesar de contar con el permiso correspondiente.

Ante la situación de bloqueo y la falta de soluciones aportadas por parte de la administración, desde la entidad hacen un llamado a los diferentes grupos políticos con representación en el consistorio para que lleven a cabo las acciones necesarias para desafectar esta parte del local de la comisión. Aseguran que hay casos anteriores en los que se ha modificado esta catalogación de manera excepcional, una medida que se debería refrendar en el pleno, pero que podría tener los votos necesarios para salir adelante. «Cada vez que una administración deja desamparada una entidad alimenta el modelo de ciudad que expulsa al vecindario para dar paso a una Vila que es un simple decorado para el turismo y el lucro de las grandes empresas y lobbies, para quienes la cultura popular solo somos activos de mercadeo y fuente de beneficios millonarios», señalan desde la agrupación, que aprovecha para subrayar que las comisiones de Gràcia solo disponen de una subvención que es «muy limitada» y hace años que está congelada.

A preguntas de este medio, fuentes municipales aseguran que el expediente abierto a raíz de la denuncia de este vecino sigue su curso y que la entidad afectada ha sido informada en todo momento tanto de la situación actual del proceso como de los perjuicios en que puede derivar en cuanto a sanciones si no se cumple con las indicaciones municipales. Las mismas voces indican que ahora se analizarán las alegaciones presentadas por la comisión para determinar si pueden tener recorrido administrativo o jurídico. En el momento que haya una resolución firme sobre el caso, los afectados tendrán un plazo de seis meses para acatar el veredicto y derribar la parte reformada si así lo indica. De no hacerlo, se enfrentan a una primera sanción de hasta 600 euros que se irá duplicando con el paso del tiempo hasta que esté resuelto el problema.

El origen de la afectación de la discordia

La calificación de zona verde causante de este embrollo urbanístico se remonta al año 2022. El gobierno entonces encabezado por Ada Colau impulsó una modificación del PGM -que data de 1976 y ha sufrido cerca de 1.600 cambios en cinco décadas- con el objetivo de blindar el patrimonio de Gràcia, habilitar más zonas verdes y construir unos 2.000 pisos de protección oficial. Esta medida permitió regularizar la situación de una parte de los bajos de la calle del Progrés, que no podían tener cédula de habitabilidad porque se veían afectados por un viejo planeamiento que preveía la continuación de la calle de Josep Torres cortando por el medio la configuración actual de la vía. La modificación también supuso la reactivación del proyecto para abrir una nueva plaza en la calle de Terol, enderrocant unas naves industriales históricas, y la reubicación de la superficie catalogada de zona verde que rodeaba la plaza de Joanic por diferentes interiores de manzana del barrio, entre los cuales el de la sede de la comisión de fiestas.

En cuanto al local de la entidad, se trata de un inmueble construido a finales del siglo XIX que quedó vacío tras el estallido de la Guerra Civil. De hecho, el último documento sobre el mismo que se conserva es una cesión de usufructo que data de 1935. Durante décadas, el espacio estuvo ocupado en precario por diversas familias hasta los setenta, cuando volvió a quedar deshabitado. En los años ochenta, ante la falta de espacio disponible en la calle, un mecánico rompió la puerta para ubicar allí su taller automovilístico. Llegada la fiesta mayor, el local se terminó utilizando puntualmente para guardar parte del material y los adornos. Así nació la que con los años se convertiría en la sede de la comisión, que ahora está en un proceso de usucapión para hacer valer su derecho a convertirse en los propietarios legítimos de este espacio después de cuatro décadas actuando como responsables.

Festa Major de Gràcia. Els carrers guarnits de la Festa Major de Gràcia mostren la creativitat i l’esforç veïnal. / Marta Cardenal
Fiesta Mayor de Gràcia. Las calles adornadas de la Fiesta Mayor de Gràcia muestran la creatividad y el esfuerzo vecinal. / Marta Cardenal

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