Un millar de personas se han manifestado este sábado para defender una «Vallcarca para vivir» y protestar contra la especulación en el barrio y para denunciar que el plan urbanístico del Ayuntamiento de Barcelona es un “urbanicidio”. Los manifestantes han exigido a la teniente de alcaldía de Vivienda, Laia Bonet, que los escuche, después de que anunciara en marzo el inicio del procedimiento administrativo para desalojar el asentamiento del barrio y el expediente de expropiación de cuatro fincas para llevar adelante la transformación urbanística de la zona. José González, miembro de la asociación Som Barri de Vallcarca, entidad que ha convocado la concentración, ha asegurado que seguirán luchando hasta acabar con la gentrificación en el barrio.
Durante la marcha con el lema «Vallcarca para vivir, no para especular» se escucharon cánticos como «Laia Bonet escucha» o “la rambla verde es de color gris”, y también se cantaron consignas contra el alcalde, Jaume Collboni, a quien dedicaron una canción al ritmo de Freed From Desire. La manifestación comenzó hacia las doce y media del mediodía en la plaza Joan Liébana y avanzó por la avenida Vallcarca, para terminar en el mismo punto de inicio. Al final de la concentración se desplegó una gran pancarta en el puente de Vallcarca, acompañada por el encendido de algunas bengalas, con el lema «Viva Vallcarca. Barrio Popular».
González cargó contra Laia Bonet porque se ha negado “en todo momento” a negociar con los vecinos y remarcó que tienen la intención de seguir presionando al ejecutivo municipal para que se siente a la mesa y haga políticas “verdaderamente” de izquierdas. Asimismo, advirtió que seguirán luchando hasta acabar con la gentrificación y que Vallcarca pueda ser un barrio para vivir. Desde la entidad detallan que no se oponen a una reconstrucción del barrio, pero sí a este plan urbanístico “caducado” que, según denuncian, encarece la vivienda en la zona y expulsa gran parte del tejido social.
La entidad vecinal carga contra el «sesgo racista» del gobierno de Collboni
Por su parte, Aran Llivina, que también forma parte de la entidad vecinal que ha organizado la concentración, ha denunciado un “sesgo racista” del gobierno municipal, en referencia a la demolición de los bloques ubicados en la avenida Vallcarca 83 y 85 y en la calle Farigola 3, donde viven familias gitano-rumanas. Además, acusó a la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona de “hostigar” a esta comunidad desde el primer momento, y, en este sentido, recordó que hay otros edificios ocupados. Laia Bonet presentó en marzo el inicio del expediente de expropiación de cuatro fincas del barrio de Vallcarca para impulsar la transformación de la zona, que prevé una larga rambla verde de 2.800 metros cuadrados y un parque central, así como unos 500 pisos nuevos, de los cuales más de 200 serán de protección oficial. Con este proyecto, el gobierno municipal quiere destrabar la rambla verde del barrio, detenida desde hace más de 15 años.
