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Un juzgado perdona 23.000 euros de deuda a un hombre adicto a las compras

Un juzgado mercantil de Barcelona ha perdonado una deuda de cerca de 23.000 euros -22.875, concretamente- a un hombre que había quedado en estado de insolvencia debido a su adicción a las compras compulsivas. A raíz de esta adicción, el hombre comenzó a solicitar préstamos para poder mantener su nivel de vida, pero llegó un momento en que la situación era insostenible y ya no pudo sostener sus obligaciones. Ahora, el hombre está siguiendo un tratamiento psicológico, motivo por el cual el juzgado ha optado por considerar que el sobreendeudamiento fue involuntario y, por tanto, perdonarle.

El hombre trabajaba como administrativo en una empresa de comercio internacional y tenía unos ingresos acordes con su nivel de vida. A pesar de que la vida que tenía era buena, según detallan desde el juzgado, de manera gradual, y prácticamente imperceptible, comenzó a desarrollar una adicción a las compras compulsivas. Y aquí es donde su vida empezó a desmoronarse poco a poco. Este patrón de consumo desmesurado le llevó a solicitar préstamos para poder cubrir los gastos básicos y mantener el estilo de vida. Debido a sus problemas de salud mental, las compras compulsivas terminaron sobreponiéndose a sus necesidades básicas, entrando en una espiral de préstamos que ya no podía cubrir.

Imagen de archivo del centro comercial La Maquinista / David Zorrakino (Europa Press)
Imagen de archivo del centro comercial La Maquinista / David Zorrakino (Europa Press)

Septiembre de 2023, un punto crítico

El septiembre de hace dos años, el 2023, fue el punto crítico por el cual este hombre, al cual se le ha perdonado la deuda, llegó a tocar fondo. Según relatan, en aquel momento ya buscó ayuda profesional y comenzó a asistir a terapias psicológicas. Este proceso de recuperación le permitió tomar conciencia de sus problemas de adicción, que actualmente está tratando. Aun así, las cuotas de sus deudas superaban la capacidad de pago, por lo que sus ahorros y la ayuda de sus familiares fueron insuficientes. Ahora, dos años más tarde, un juzgado mercantil barcelonés le ha perdonado la deuda.

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