El consejo de gobierno de la Universitat de Barcelona (UB) ha aprobado romper la colaboración con la Universidad de Tel Aviv de manera «inmediata e indefinida». Se trata, pues, de una victoria de los centenares de personas que se habían plantado y habían acampado al claustro del Edificio Antiguo para exigir poner punto final a todas las relaciones con Israel. Con el visto bueno de romper lazos, el organismo ha estipulado que no se establecerán convenios con instituciones israelíes hasta que las condiciones en la zona de Gaza garanticen una situación «de paz absoluta y respecto a los derechos humanos», tal como pedía la moción de apoyo a Palestina presentada a los claustros de las universidades públicas catalanas.
En cambio, en cuanto a la cancelación de los acuerdos y convenios de la UB con empresas vinculadas al conflicto -otra de las reclamaciones de los manifestantes-, el consejo de gobierno de la universidad barcelonesa también ha asumido la suspensión cautelar de estos convenios, pero sí que pide un «estudio profundo y contrastado» de la lista publicada por el comité de investigación y transparencia de universidades con Palestina. Desde el punto de vista del equipo directivo de la UB hay que «estar atentos» a las actualizaciones de este listado, puesto que consideran que podrían añadirse nuevos nombres que a estas alturas no constan en el documento de universidades que han expresado su apoyo al pueblo palestino.
Verificar «uno por uno» todos los convenios
En este sentido, el consejo de gobierno de la UB considera «necesario» verificar «uno por un0» todos los convenios y las entidades que constan. Aun así, atendida la gravedad de la situación, el equipo de gobernadores de la universidad ha asumido la suspensión cautelar de todos estos acuerdos y convenios. A banda, también ha argumentado que la universidad no tiene ningún proveedor israelí en sus relaciones académicas e institucionales, y asegura que esta situación continuará «hasta la obtención de garantías de paz y de respecto a los derechos humanos».
