Cada verano los problemas se multiplican en la ciudad de Barcelona. Pero el cambio climático, el aumento de las temperaturas, la grave sequía que atraviesa el territorio catalán o el aumento de las personas que alimentan los animales urbanos (sea de forma directa o indirecta con sus residuos) pueden comportar graves afectaciones en cuanto a la salubridad de la capital de Cataluña, y no por la suciedad sino por la proliferación de animales transmisores de enfermedades.
Según señala El País, este año 2024 se prevé como un año en el cual las cucarachas, las ratas y las palomas serán las plagas que azotarán la ciudad de Barcelona. De hecho, cada verano se estima que hay 3.000 avisos por la existencia de ratas y más de un millar por la existencia de cucarachas.

¿Por qué proliferan estos animales?
Las causas son diversas, de hecho las ambientales son grandes condicionantes, y es que sin las altas temperaturas y la sequía estos animales no tendrían tanta facilidad para poder reproducirse y encontrar la ciudad de Barcelona como un escenario ideal. Pero una de las otras grandes problemáticas de la capital de Cataluña es la alta presión demográfica de las cucarachas, que hace que estas se vean obligadas a abandonar las alcantarillas y acaben introduciéndose dentro de los pisos.
En el caso de las palomas, el Ayuntamiento de la ciudad de Barcelona ha detectado que hay, aproximadamente, 350 ciudadanos que proveen entre tres y cinco kilogramos de comida cada día a estos animales. Esta alimentación por parte de los ciudadanos de Barcelona hace que se produzca una sobrepoblación de 40.000 ejemplares de paloma respecto del cual sería una población normal de este animal.
El Pla Endreça impulsado por el alcalde socialista Jaume Collboni, prevé interceptar aquellas personas que se dedican a alimentar las palomas y hacer pedagogía para que reconsideren la alimentación de estos animales.