Operativo de la Comisaría General de Información de los Mossos d’Esquadra que comportado la detención de tres personas, de entre 24 y 45 años, por delitos de estragos, daños y tenencia de armas y explosivos -y armas de balines- y contra la salud pública. Los Mossos se han estado de incluir a la lista los delitos de organización criminal o alguno de los tipos relacionado con terrorismo. Según ha informado el mismo cuerpo, los arrestados serían activistas de inspiración anarquista que estarían relacionados con la colocación de artefactos explosivos a Barcelona, en cinco cajeros automáticos-uno, dos veces- un Mercadona y a mobiliario urbano como uno de ubicado al calle Marina, en los distritos del Eixample, San Andreu y San Martín.
Los hechos se registraron entre julio de 2022 y el junio de 2023. La investigación policial afirma que el material utilizado era de fabricación casera, pero eso sí, la construcción de los artefactos requería «conocimientos técnicos específicos». De hecho, este arrestado es el único que ha entrado en la prisión. Jefe de los tres tiene antecedentes penales. En ninguno de las operaciones se registraron daños personales, pero los Mossos calculan unos 80.000 en daños materiales. Es el que los Mossos han bautizado como caso Piros. Los detenidos han pasado a disposición judicial el pasado 6 de octubre. A raíz de la investigación y del material recogido en el cacheo, los Mossos también consideran que el principal implicado del caso traficaba con droga y era el suyo
Perfeccionados con el tiempo
Los investigadores aseguran que a cada ataque se incrementó la cantidad de material explosivo. A medida que hacían actuaciones utilizaban materiales con más potencialidad lesiva. Un hecho que, por la policía, apunta a cierto adoctrinamiento y amaestramiento a través de las redes y chats de aplicaciones de la
Los analistas de los Mossos han llevado a cabo una profusa investigación de más de mil horas de imágenes en cajeros automáticos. Pero los miembros del Tedax, además de los indicios recogidos en las explosiones, tuvieron una ayuda que no contaban, un artefacto en el Mercadona que no hizo implosión y que se convirtió en un tipo de ‘manual’ de cómo actuaban. Una pista fundamental para poder entender qué eran los métodos de trabajo, el material utilizado y los protocolos de fabricación, todo con material casero con facilidad de encontrarlo en el mercado. En los cacheos encontraron petardos de 160 gramos de pólvora cuando un trueno máximo de pirotecnia en puerta 3,5 gramos. Una comparativa que serviría para mesurar el alcance de las detonaciones. Según ha detallado muy pedagógicamente el sargento del Tedax Carles Mitjà, las pruebas las hicieron en una cabina de teléfonos ubicada a la zona donde se perpetraron los ataques.
El pasado 5 de octubre, una vez recogidos los suficientes indicios para acreditar la participación de los cuatro investigados, los investigadores llevaron a cabo la explotación del caso, y detuvieron tres hombres y se sintió en declaración a una mujer en calidad de investigada a Oriola (País Valenciano) pero no resta acusada porque no tenía un papel proactivo en los hechos. Paralelamente, se llevaron a cabo 3 entradas y cacheos donde se intervinieron productos químicos y otros elementos destinados a la fabricación de artefactos explosivos de las mismas características que los investigados. La investigación continúa abierta a la espera de que, a raíz de la información intervenida, se puedan desprender indicios de participación de los investigados en más hechos, u otras personas, así como la motivación de las acciones.

El Tedax, clave
La policía detalla que las acciones perpetradas por los sospechosos siempre se llevaban a cabo de madrugada y participaban normalmente dos personas: mientras uno colocaba el artefacto, una segunda persona hacía tareas de vigilancia. Los agentes del grupo de TEDAX-NBQR, los agentes especializados en explosivos, que realizaron el estudio, análisis y reconstrucción de los artefactos explosivos, con los restos recogidos a los diferentes lugares de los hechos, llegaron a la conclusión que todos los artefactos habían sido fabricados por la misma persona.
Por la manera como estaban confeccionados, los especialistas determinaron que el presunto fabricante tenía conocimientos técnicos avanzados. El material explosivo era de fabricación casera y la construcción del artefacto requería conocimientos específicos en química y física. En este sentido, los informes técnicos recogidos a los atestados, los artefactos explosivos habían sufrido una «evolución cualitativa». Es decir, en cada ataque se incrementaba la cantidad de material explosivo, y se utilizaban materiales con más potencialidad lesiva.
Más de 1000 horas de grabaciones
Una parte sustancial de la investigación se hizo con el análisis de más de mil horas de imágenes. Los Mossos identificaron uno de los arrestados, a partir el que encontraron la conexión con los otros dos. El seguimiento personalizado y a través de los indicios recogidos, los Mossos tienen cuello abajo que cada cual tenía una tarea concreta, el que fabricaba el artefacto, el que lo colocaba y el que lo grababa, por posteriormente difundiréis como propaganda en la red.
A pesar de que los ataques no fueron reivindicados, la policía apunta que atendiendo al modus operandi, todo apunta a que la motivación sea compatible con un trasfondo ideológico enmarcado en el anarquismo violento. «Esta corriente ideológica, en su vertiente combativa, tradicionalmente se asocia con el uso de artefactos incendiarios o explosivos contra los considerados símbolos del sistema y el capital», aseguran los Mossos.

Prevención del extremismo violento
La actuación de la Comisaría General de Información se enmarca en las funciones de prevención de los extremismos violentos. Unas tareas que se han replanteado en los últimos dos años, con operaciones de investigación en la red y la generación de inteligencia para detectar movimientos que pueden entorpecer la «paz social». En este contexto, los analistas de los Mossos han focalizado los esfuerzos en el extremismo violento del supremacismo blanco, el anarquismo antisistema o el yihadismo.
Una estrategia que implica desde planes de prevención a una vigilancia constante de fuentes abiertas a través de programas especialidades de investigación como el Voyager que detectan mensajes que se meten en algún tipo de acción violenta extrema. En la operación ha tenido un papel bastante destacado los Tedax, por la desactivación del material explosivo y para descubrir donde se encontraba. Este mediodía, el intendente David Sánchez, baches cabe de Información dará todos los detalles.