El traslado del mercado provisional de la Estrella a los jardines del Baix Guinardó acabará en los tribunales. Así lo asegura la presidenta de la asociación Salvem el Parc, Patrícia Moya, al TOT Barcelona. La citada entidad, que dice contar con unos 1.500 vecinos y comerciantes, se opone a la construcción del equipamiento sobre el lago de los jardines, que se encuentran en la confluencia de las calles de Lepant y Marina con la Travessera de Gràcia. El Ayuntamiento tiene que hacer una reforma importante en el edificio original del mercado, en la calle de Pi i Margall, por problemas estructurales, y esto ha obligado a buscar una ubicación temporal para los paradistas, alrededor de unos dos años y medio.
«Cuando se licitan las obras presentaremos la demanda. De momento, ya tenemos los abogados, hemos reunido 8.500 euros y esperamos llegar a los 12.000 para pagar los gastos del procedimiento judicial», dice muy contundente Moya. La asociación sostiene que el Ayuntamiento ha decidido instalar el mercado provisional en los jardines del Baix Guinardó «sin transparencia ni consenso», y dice que ellos no han visto ningún estudio previo que avalara poner la carpa en el parque. Considera que había otras ubicaciones más idóneas y opina que el elevado coste de construcción del mercado provisional sobre el lago -5,8 millones, según el Ayuntamiento- «es una barbaridad». Y más, cuando el mercado de la Estrella tiene numerosas paradas cerradas, añade.

Inicio de la construcción este año
Moya todavía cree que el mercado no se acabará poniendo en el parque. «No hay ningún proyecto hecho». Pero fuentes municipales aseguran a este diario que el calendario para construir el mercado en los jardines del Baix Guinardó se mantiene, y el objetivo es que empiecen las obras durante este año. El Ayuntamiento confirma que el presupuesto ya se ha aprobado. Fue en la comisión de gobierno del pasado 8 de febrero. Consultados los acuerdos de la comisión por este medio, el documento no cita ninguna inversión del mercado de la Estrella. Según el Ayuntamiento, es el punto 24, que recoge un paquete de inversiones sin concretar.
El paso previo a las obras será la aprobación del proyecto -un momento en el que se podrá afinar más el inicio de la edificación- y la posterior licitación. El pasado octubre, el director de proyectos estratégicos del Instituto Municipal de Mercados, Pere Sirvent, dijo en el consejo de barrio del Baix Guinardó que los comerciantes estarán en los jardines hasta mediados de 2027. La intención era que se instalaran hacia finales del 2024, pero con varios trámites y la construcción pendiente de hacer, habrá que ver si esta agenda se acaba cumpliendo o si se vuelve a retrasar unos meses.
La asociación Salvem el Parc no entiende por qué el Ayuntamiento prefiere instalar la carpa provisional en un parque que en alguna de las otras ubicaciones que se han puesto sobre la mesa, como la explanada de Alfons X, en la misma calle de Pi i Margall, en un solar de Sardenya que hace años que espera que se levante un equipamiento deportivo o en Joanic. Bien, este último emplazamiento se ha descartado porque hubiera estado demasiado cerca del mercado de la Abaceria, que está en la parte alta del paseo de Sant Joan, recuerda la presidenta de los comerciantes del mercado de la Estrella, Lourdes Vico. Para Salvem el Parc, un buen lugar habría sido en medio de Pi i Margall. «Ya se ha hecho antes. En la ronda de Sant Antoni, las carpas provisionales del mercado de Sant Antoni estuvieron años en medio de la calle». Moya asegura que colocando la carpa en los jardines, los niños de las escuelas de los alrededores, gente mayor, deportistas y personas que llevan sus mascotas al parque no los podrán utilizar durante dos o tres años. Incluso, añade, los muchos árboles que hay permiten que los jardines sean un refugio climático contra las altas temperaturas durante el verano. «Tienen una obsesión en poner el mercado en el parque».

El proyecto no tiene ni consenso vecinal, pero tampoco político. Así quedó demostrado el pasado 2 de noviembre en el pleno de Horta-Guinardó, donde partidos con una ideología tan diferente como Trias per Barcelona, ERC, PP y Vox se opusieron y tumbaron la construcción de la carpa en los jardines del Baix Guinardó. Sin embargo, las proposiciones que presentan los grupos en comisiones y plenos, sea de distrito o en Sant Jaume, no son vinculantes, y el gobierno socialista ha decidido mantener el traslado a los jardines del Baix Guinardó. Este hecho tiene otra consecuencia: las mejoras que se tenían que hacer sobre el lago para convertirlo en una zona de estancia y de juegos infantiles, previstas en los presupuestos participativos que aprobó el gobierno de Ada Colau, se han quedado por el camino.
El traslado del equipamiento trae cola desde hace tiempo
El traslado del equipamiento trae cola desde hace tiempo. En noviembre del 2022, Colau ya lo paró. En aquel momento, la intención municipal no era instalar la carpa sobre el lago, sino en una explanada próxima. La alcaldesa instó al Instituto Municipal de Mercados a buscar una nueva ubicación para que el vecindario no perdiera aquel punto de encuentro y una parte de los jardines para el disfrute ciudadano. Además, la idea inicial suponía talar 25 árboles del parque en plena emergencia climática. Pero, antes de las elecciones municipales de 2023, el gobierno de los Comunes y el PSC cambió de nuevo de opinión y planteó construir la carpa sobre el lago. Según el Ayuntamiento, se ocuparán unos 1.500 metros cuadrados de los 21.000 que tiene el parque.
El mercado de la Estrella de Pi i Margall está afectado por problemas estructurales y hay que llevar a cabo unas intervenciones totalmente necesarias que, en noviembre del 2021, se subrayó que se tenían que hacer por seguridad a corto plazo. Dos años y medio después no han empezado. En cualquier caso, los trabajos, se tienen que ejecutar sin los paradistas. «No se pueden hacer con los comercios abiertos», afirma la presidenta del mercado. Como el Ayuntamiento, Vico dice que no se han producido cambios y que esperan poder trasladarse a finales de año. Ahora, en las instalaciones de Pi i Margall, hay numerosas paradas cerradas, muchas por jubilación. Según la presidenta de los comerciantes, las tiendas no se podrán traspasar hasta que se haya hecho la reforma y ellos vuelvan al edificio original.