El traslado provisional del Mercat de l’Estrella a los jardines del Baix Guinardó, entre la calle de Lepant y la travessera de Gracia, continúa trayendo cola y mantiene una fuerte oposición, tanto vecinal como de la mayoría de los partidos de la oposición. Así se hizo evidente este 2 de noviembre en el plenario del distrito de Horta-Guinardó dónde, ante un elevado número de personas con pancartas en contra del proyecto, el gobierno de Jaume Collboni y el partido de la exalcaldessa Ada Colau sufrieron una derrota política. Trias per Barcelona, ERC, PP y Vox votaron en contra de la construcción de la carpa provisional sobre el lago de los jardines. Solo socialistas y Comunes se posicionaron a favor de mantener la actual ubicación.
El grupo de Trias per Barcelona presentó una proposición que insta al gobierno del PSC y el Instituto Municipal de Mercados de Barcelona a trasladar, «con la mayor celeridad posible», la carpa provisional del mercado de la Estrella a una ubicación alternativa a la propuesta de los jardines del Bajo Guinardó. El consejero de Trias per Barcelona, Arnau Vives, dijo que «ahora habrá que ver si este gobierno cree realmente en la democracia y respeta lo que ha aprobado la mayoría del plenario o si desobedecerá la mayoría política del plenario».
Las proposiciones de los grupos no son vinculantes
Las iniciativas presentadas por los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona no son vinculantes y el gobierno no está obligado a cumplirlas. En todo caso, con los presupuestos del 2024 pendientes de aprobar y la formación de un gobierno de coalición en la ciudad pendiente de acordarse entre Collboni y Xavier Trias o Colau, habrá que ver si el traslado del Mercat de l’Estrella en los jardines del Baix Guinardó se pone sobre la tabla de negociación entre los partidos.
De momento, fuentes de Trias per Barcelona confirman que el gobierno de Collboni no acatará la decisión del plenario. Y añaden que sí que tienen el compromiso del regidor de Horta-Guinardó, Lluís Rabell, de hacerlos llegar antes de final de mes los informes que desaconsejan otras ubicaciones. “No los hemos visto todavía. Es un tema que denunciamos desde hace tiempo”.
Si no se producen cambios, la previsión es que los paradistas del Mercat de l’Estrella se trasladen a los jardines a finales de 2024. Según explicó Pere Sirvent, director de proyectos estratégicos del Instituto Municipal de Mercados de Barcelona, al Consejo de Barrio del Baix Guinardó de octubre, los comerciantes tendrán que estar a los jardines unos dos años y medio, hasta medios del 2027, cuando se prevé que se acaben de reparar las deficiencias estructurales que sufre el edificio original del mercado, que se encuentra en la calle de Pi y Maragall. El traslado costará unos seis millones de euros.
La Generalitat no se posiciona
Una parte del vecindario, bajo la asociación Salvem el Parc, está en contra del traslado del mercado a los jardines del Baix Guinardó y ha propuesto otras alternativas para ubicar la carpa provisional, como el parque de las Aigües y la misma calle de Pi y Maragall, que ahora se está pacificando. Representantes de la citada entidad se reunieron el pasado 13 de abril con el departamento de Territorio de la Generalitat para expresar su malestar al Gobierno. La consejería recogió el encuentro en una acta e hizo llegar la información al Ayuntamiento «para que lo tuviera en consideración para tomar las decisiones o actuaciones oportunas, porque el Ayuntamiento es el órgano competente», apuntan fuentes de Territorio. Pero los servicios territoriales autonómicos no se posicionaron con relación a la idoneidad, o no, de la ubicación del mercado temporal «dado que no es competencia de la Generalitat».
Según el Ayuntamiento, los jardines del Baix Guinardó es la opción más razonable para ubicar la carpa provisional. Explica que con la instalación de la estructura sobre el lago solo se ocuparán 1.500 metros cuadrados de los 21.000 que tiene el parque y no afectará la zona de usos ciudadanos.
Una larga polémica
La polémica se arrastra desde el pasado mandato. Ahora hace un año, el gobierno de Colau paró el traslado ante la oposición vecinal. En aquel momento, la construcción de la carpa no se hacía sobre el lago sino en el mismo parco, un hecho que hipotecaba durante años una zona verde muy utilizada por los niños y niñas del barrio y obligaba a talar 25 árboles. Con el cambio de ubicación sobre el lago, el Ayuntamiento afirma que solo se retirarán seis árboles.
Desde la asociación Salvem el Parc, en cambio, se asegura que la carpa provisional no se garantiza el normal funcionalmente del parque como espacio libre y de ocio del barrio, se produce una grave afectación sobre el arbolado y sobre los espacios de juego y de ocio, esta provisionalidad supondrá una afectación de no menos de tres años y no los dos años y medio que prevé el Ayuntamiento, y la necesidad de adecuar el acceso por la carga y descarga hará necesario hacer rampas que muy probablemente ocuparán el poco espacio libre que quede del parque.