No son buenos tiempos para los comercios de toda la vida. En los últimos meses, muchos han tenido que cerrar por no poder asumir las subidas del precio del alquiler o por carencia de relevo generacional, entre otros. El último caso es lo del bar Brusi, que hacía más de 50 años que servía cocina casera al barrio Gòtic. Esto no es todo. Después de bajar la persiana, los locales de algunos comercios se han transformado radicalmente y han pasado a acoger cadenas o negocios destinados al turismo.

La farmacia de la Estrella

Un ejemplo es el del que era el establecimiento más antiguo de la calle de Ferran: la farmacia de la Estrella. Abrió en este punto del barrio Gòtic el 1840 y cerró el 2021 después de que la propiedad le subiera el alquiler. Desde aquel momento el local, con elementos patrimoniales catalogados como patrimonio arquitectónico de la ciudad, permaneció cerrado. Estaba en estado de degradación. La situación cambió a principios de este mes de abril, cuando volvió a subir la persiana. El tipo de negocio que le daba vida de nuevo, pero, estaba lejos de asemejarse a una farmacia o un comercio destinado al vecindario. Tal como confirmaron al TOT Barcelona los nuevos inquilinos, se centraba en «todo el que tiene que ver con el cigarro electrónico” y también “productos de CBD derivados del cannabis”. Pocos días después cerró hasta conseguir la licencia que le faltaba.

El Caffe San Marco

Otro caso similar es lo del Caffe San Marco, que cerró el pasado mas de octubre y dejó la calle de Major de Sarrià donde había estado tantos años. El pasado marzo, pero, se escribió un nuevo capítulo en este local del barrio de Sarrià. En el lugar del Caffe San Maro abrió una de las sedes de la cadena de cafeterías y pastelerías Vivari.

Un acto al Caffe San Marco en una imagen de archivo / Twitter (@florencisalesas)
Un acto al Caffe San Marco en una imagen de archivo / Twitter (@florencisalesas)

La Camiseria Xancó

La Camiseria Xancó fue testigo de la historia del corazón de Barcelona durante 200 años desde el número 78 de la Rambla. Su trayectoria acabó el 2019 a causa de la caída de las ventas y del precio de los alquileres del centro de la ciudad. El pasado mes de diciembre, se supo qué era la nueva etapa que empezaba a vivir el mismo local: acoger una tienda de artesanía de la empresa Art Escudellers. Esta transformación supuso un choque para los miembros de la Asociación de Vecinos del Gòtio. Tal como dijeron al TOT, se trata “de una empresa de pseudo-artesanía que no hace barrio” y orientada al turismo.

El local de la antigua Camiseria Xancó / Jordi Play
El local de la antigua Camiseria Xancó, tranformada en una tienda de la empresa Arte Escudellers / Jordi Play

La tienda Musical Emporium

En otro punto de la Rambla, concretamente al número 129, se encontraba la mítica tienda Musical Emporium. Después de 114 años, cerró el invierno del 2014. Más tarde, durante la primavera del 2022, su local sufrió una transformación terrible: se había convertido en una casa de cambio, pensada también para turistas. Se conservaba la fachada de la antigua tienda, que forma parte del catálogo de patrimonio arquitectónico-histórico-artístico y paisajístico de los establecimientos emblemáticos de Barcelona elaborado por el Ayuntamiento.

La tienda Museical Emporium, ahora convertida en un estsbliment de cambio de moneda
La tienda Museical Emporium, ahora convertida en un estsbliment de cambio de moneda

La zapatería Padeví

El mayo de 2021 se despidió de la ciudad la prestigiosa zapatería Padeví, que había abierto puertas el 1985 en la plaza de Francesc Macià. Fue entonces cuando empezó una reforma al local para que se pudiera instalar otro negocio. Un año después, la empresa catalana Camarasa Frutos se encontraba a la esquina que antes ocupaba la zapatería. La fachada también se reformó y cambió completamente de aspecto.

Fachada de la antigua Padeví, cuando se preparaba para acoger el nuevo negocio

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