Este jueves por la tarde, la sede del distrito de Citutat Vella se ha convertido en un escenario de tensión por el enfrentamiento de manifestantes y agentes de policía a raíz de la protesta contra el desalojo de La Tancada, que se ha producido esta misma mañana. En total, la Guardia Urbana ha identificado 37 personas, de las cuales dos han acabado detenidas, durante la tarde de manifestaciones. La concentración ha sido convocada por el Sindicato de Vivienda del Raval y los colectivos Organización Juvenil Socialista y la Antigua Massana, que han denunciado que el desahucio «no es un hecho aislado, sino una de las políticas del PSC». Las entidades han acusado el gobierno socialista de «montar un check-point racista» en La Tancada.
Los centenares de concentrados se han encontrado a las seis y media de la tarde a las puertas de la sede del distrito, donde se han podido sentir, según el ACN, varios cánticos en contra del PSC y el gobierno de Jaume Collboni, especialmente contra el teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle, al cual han acusado «de aumentar los desahucios» en la ciudad. A pesar de los ánimos encendidos, la protesta se ha producido sin disturbios, excepto un momento de tensión en que la parte de atrás del grupo de protestantes ha empezado a empujar la parte del delante y los agentes han repelido el avance a golpes de porra. Los protestantes, que también han denunciado que las políticas «clasistas y racistas» de la formación socialista, han decidido convertir la concentración en una manifestación, y han empezado a andar para trasladar la concentración ante el Ayuntamiento de Barcelona, en la plaza de Sant Jaume.
Manifestantes ocupan la Oficina de Atención al Ciudadano
Durante el desplazamiento hasta Sant Jaume, decenas de manifestantes han accedido en el interior de la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC) de la plaza San Miquel mientras gritaban contra Collboni y el gobierno socialista. El desencadenante de la jornada de protestas ha sido el desalojo de La Tancada, uno de los puntos más emblemáticos del Raval y sede de la antigua escuela de arte Massana, que fue ocupado el 2018 y donde vivían más de 30 personas inmigradas. Las entidades convocantes han asegurado que las personas que ocupaban el edificio no tenían, ni tienen, una alternativa habitacional y han negado que el consistorio les ofreciera ninguna opción. «Al contrario, se ha pedido la asistencia a servicios sociales en repetidas ocasiones, desde varios colectivos y siempre se han negado, aduciendo al hecho que no tenían papeles», han lamentado.
