Sentencia de muerte al nuevo bar musical de los búnkeres del Carmel

El polémico nuevo bar musical de los mal llamados búnkeres del Carmel tiene los días contados. Así lo ha señalado este viernes por la mañana en una rueda de prensa el regidor del distrito de Horta-Guinardó, Lluís Rabell, que ha confirmado que el Ayuntamiento ya ha iniciado todo el proceso burocrático que tendría que culminar con el cierre de este establecimiento ubicado en el número 10 de la calle de Mühlberg, una de las principales vías de acceso a las baterías antiaéreas del Turó de la Rovira.

«El Bar Bunkers está actuando sin licencia y no la tendrá nunca porque está situado en una zona cualificada de renovación urbana«, ha afirmado con contundencia Rabell. Preguntado sobre cómo es posible que haya abierto el negocio sin contar con el permiso pertinente, el regidor ha asegurado que todo se debe a una cuestión de tempos y que es habitual que el consistorio otorgue las licencias una vez el establecimiento ya está en funcionamiento. «El procedimiento administrativo se basa en la buena fe del declarante. Si alguien presenta un enterado de actividad, esta empieza antes de que la administración demuestre que no se ajusta a derecho«, ha precisado.

Baile de recursos y posible sanción para los responsables

Hay que recordar que el Ayuntamiento ya ha elaborado un informe técnico de audiencia previa para proceder a la clausura del polémico establecimiento, un procedimiento que da a los afectados un plazo máximo de quince días para presentar alegaciones. En caso de aceptar el recurso de los responsables, el ejecutivo tendría que iniciar un nuevo proceso para determinar si este es válido que previsiblemente culminaría con el precinto del negocio. «El propietario está utilizando todos los recursos a su alcance para continuar. ¿Que cuando se podrá cerrar? Pues, todo depende de como vayan los recursos», ha insistido hoy Rabell, que no ha querido concretar una fecha para la resolución del expediente, pero que sí que ha avisado que, una vez concluida el caso, el responsable tendrá que atender a las «consecuencias».