Rosalia es una entusiasta de la gastronomía y de los bares y restaurantes de Barcelona. Entre sus establecimientos favoritos están el Xemei, el Shunka, la Panxa del Bisbe y el Malparit. Recientemente, la artista de Sant Esteve Sesrovires se ha dejado ver en una bodega histórica del Gòtic, la Bodega la Palma, y en un local de moda, el Bar Bocata, situado en el barrio del Putxet i el Farró.
La Bodega la Palma es un establecimiento emblemático de la ciudad. Situado en la calle de la Palma de Sant Just, 7, está reconocido como un «establecimiento histórico y con valor patrimonial» dentro del catálogo elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona. Las primeras referencias que se tienen del local son de principios del siglo XX, recoge la ruta de establecimientos emblemáticos [ver aquí].
Rosalia visitó la Bodega la Palma la semana pasada, la cual quedó inmortalizada en una fotografía que el espacio ha colgado en su perfil de Instagram.
Una bodega gastronómica
Desde 2005, al frente del negocio está Judit Giménez, quien ha convertido el local en una bodega gastronómica. El interior del negocio sigue igual que hace décadas, con una estructura con diversos barriles de vino, la barra de madera con el mostrador de mármol y varios estantes botelleros de madera tallada. Giménez se ha sumado a la propuesta gastronómica que ofrece la librería Sant Jordi, de la calle de Ferran, que acaba de reabrir.
Bocadillos, tortilla «y la cocina de siempre»
Instagram ha dejado también inmortalizado el paso de la cantante por el Bar Bocata, que se encuentra en la travessera de Gràcia, 86, ya en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Convertido en uno de los espacios de moda de Barcelona, sirve bocadillos, tortilla «y la cocina de siempre». Coincidiendo con la apertura de el Spotify Camp Nou, los responsables del Bocata organizaron una marcha desde Casa Seat hasta el estadio blaugrana con bocadillo y bebida gratis.
