El caso de Roger Español llegará a juicio. El joven a quien una pelota de goma le vació un ojo por los ataques de las unidades antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía durante el referéndum del Primero de Octubre ha logrado sentar en el banquillo de los acusados a los cuatro policías escopeteros sospechosos de haberlas disparado en la zona donde resultó herido. Según ha adelantado El País y ha confirmado El Món, la sección segunda de la Audiencia de Barcelona ha decidido negar la aplicación de la amnistía a los policías implicados dado que la ley no permite someter a la ley del olvido penal los actos dolosos que habrían provocado la pérdida de un órgano o un miembro». De hecho, la fiscalía pedía la aplicación de la amnistía o el eximente de cumplimiento del deber de los policías para cerrar el caso.
La misma resolución cierra el caso para Español, acusado de atentado contra la autoridad, y también contra tres policías que actuaron con las defensas. La magistratura entiende, como lo hace la acusación, que los agentes habrían disparado en un entorno que no correspondía y sin respetar las limitaciones de seguridad, es decir, a una distancia peligrosa. De hecho, un peritaje de la acusación que dirige Irídia, apunta que habrían disparado desde 14 metros. Un escenario que indicaría la peligrosidad de la medida, porque la normativa determina que debe ser a una distancia de 50 metros. Por otro lado, cabe recordar que el Parlamento de Cataluña prohibió el uso de las balas de goma en los dispositivos de orden público. Un arsenal que los Mossos d’Esquadra retiraron de su polvorín.

La fiscalía quería el indulto
El pasado 11 de febrero el ministerio público presentó un escrito donde justificaba la petición de la amnistía, porque el escopetero y los otros tres agentes «cumplieron con su deber profesional». Para el fiscal, la actuación policial fue «proporcional y congruente, con un uso progresivo de los medios de dispersión, después de que varios manifestantes hicieran retroceder a los agentes». Incluso apuntaba que el disparo de la bola de goma fue conforme al reglamento, y destacaba que rebotó primero en el suelo. Por eso solicitaba, antes de la aplicación de la amnistía, el sobreseimiento libre para los agentes por el eximente de cumplimiento del deber. La acusación de Irídia mantenía que los agentes debían ser juzgados por lesiones y posibles torturas, y por tanto, quedarían fuera de la amnistía.


