Barcelona lidera una gastronomía catalana que, si bien es cierto que siempre ha disfrutado de buena fama, últimamente vive uno de sus mejores momentos de reputación. A los tres restaurantes ‘tres estrellas Michelin’ que hay en la ciudad hay que sumar la variedad de establecimientos económicos que ofrecen cocina mediterránea y de nivel. Más allá de calidad, también hay otras curiosidades que acompañan a los restaurantes de la ciudad. Hay unos cuantos centenarios y otros de estilo popular que, a pesar de cambiar de manos, mantienen la esencia. Uno de ellos es el restaurante Can Cullaretes, ubicado en el barrio del Gótico, que tiene el honor de ser el más antiguo de Cataluña, según el Libro Guinness World Records.
Can Cullaretes abrió el 1786, fecha que lo convierte también en el segundo restaurante más longevo de todo el Estado. Es difícil saber cómo era el restaurante en aquellos inicios, pero sí que sabemos que el establecimiento vivió un punto de inflexión en 1958. Explican los actuales amos en la web del negocio que en Sisco Agut y la Sussi Manubens lo adquirieron el 1958 para reflotarlo. Hacían menús «muy económicos» y, según leemos en el portal, Sisco consideraba que esta fórmula le restaba calidad a las comidas. «Con el tiempo consiguieron que el restaurante volviera a tener la fama por aquello que lo caracterizaba y que lo sigue caracterizando hoy en día ‘comer bien a buen precio’«, dicen desde el restaurante. Esta es la primera de tres generaciones de Agut-Manubens que ha cogido el restaurante.
Eco internacional
La historia de Can Cullaretes ha atrapado, con los años, la atención de bastantes medios de comunicación. Sobre todo locales, que han explicado la historia de supervivencia de un establecimiento singular a la zona más turística. En una entrevista a El País, de hecho, los actuales propietarios aseguraban que «ya no estarían si el local no fuera nuestro», justamente por los precios del alquiler que hay en el centro de Barcelona.
Pero Can Cullaretes también ha aparecido en medios internacionales. Lo The Guardian escribe lo siguiente en 2015: «Siempre está lleno de familias españolas, curiosos y turistas. Y todos parece que se lo pasan muy bien. Los platos individuales tienen tan buena relación calidad-precio (el ganso con manzanas está muy buena, es abundando y solo cuesta 9,50 €) que casi hacen que el menú de 17,50 € parezca caro, pero tres platos dan tiempo de sobra para disfrutar del ambiente». El Xinhuanet también hace una crónica de su visita al restaurante, que aprovecha para hablar con sus protagonistas. “Esto no es solo un restaurante, es nuestra casa”, explican en la entrevista que los hace el medio chino.