El Gremi de Restauració de Barcelona ya hace tiempo que ha declarado la guerra a los hornos con degustación. En opinión del Gremi, son una amenaza para bares y restaurantes, y en un 90% de los casos, las inspecciones que se hacen detectan incumplimientos. En opinión del director general del Gremi, Roger Pallarols, lo que hacen es «intrusismo», con infracciones como vender alcohol -no solo cerveza- o dedicar un espacio excesivo a la degustación. El Gremi ha mencionado a cadenas que están proliferando en Barcelona, como Vivari y 365, aunque también hay locales que no pertenecen a ningún grupo.

Ahora, la entidad que representa a bares y restaurantes de la ciudad da un paso más y ha presentado una triple denuncia contra 100 panaderías con degustación de la ciudad y exige a las administraciones que pongan fin a este «follón». El Gremi ha detallado que las denuncias son por incumplir la ordenanza municipal, otra de tributaria por irregularidades en materia de IVA y una tercera relacionada con la inaplicación del convenio del ámbito de la restauración, con sueldos más bajos en las panaderías con degustación, ha explicado Pallarols.

Desinterés del Ayuntamiento para hacer cumplir la normativa

El tema ya hace tiempo que colea. En 2019, el Gremi ya denunció a unos setenta establecimientos por ser bares encubiertos. Ahora son el doble. Pallarols ha asegurado que han detectado incumplimientos en un centenar de negocios. Esto representa el 30% de las panaderías con degustación que, según el Ayuntamiento, hay en Barcelona. «El incumplimiento es sistemático y generalizado», asegura el Gremi. Y considera que hay una «nula inspección» por parte del consistorio y de la otra «un desinterés de la administración para hacer cumplir la normativa». Pallarols ha puesto ejemplos concretos, como un 365 de la avenida del Paral·lel con 58 sillas cuando tendría que tener 14.

Panaderías con degustación con incumplimientos, según el Gremi de Restauració, en Barcelona / Gremi de Restauració

La denuncia del Gremi por el incumplimiento de la Ordenanza de establecimientos y centros de comercio alimentario, y en concreto su artículo, 39, se ha presentado en el Ayuntamiento. Según Pallarols, se trata de «panaderías con degustación», y las infracciones principales que cometen son la superación de los 20 m² dedicados a zona de degustación, la venta de bebidas alcohólicas, la venta de productos de otras especialidades y el uso de fórmulas comerciales como comidas, cenas o menús. Entre los dos años son 143 los locales denunciados.

Denuncias a la Agencia Tributaria e inspección de Trabajo

En cuanto a las denuncias por los incumplimientos del IVA y del convenio del sector, se han presentado ante la Agencia Tributaria e Inspección de Trabajo de la Generalitat, respectivamente. Según el Gremi, los tickets que han comprobado no recogen el IVA correcto que se tendría que aplicar, según el tipo de producto vendido, como la bollería. En la autoridad laboral, la restauración de Barcelona ha denunciado que se está incumpliendo el convenio del sector en relación con los sueldos que se pagan.

En opinión de Pallarols, la falta de inspección del Ayuntamiento contrasta «con el exceso de celo» que se produce con el sector de la restauración, especialmente con las terrazas, donde se han llegado a imponer sanciones por «nimiedades», como el grado de limpieza de una jardinera o la altura que han logrado las plantas de una maceta. «Es una situación inédita, inasumible, injusta e ilegal» hacia el sector de la restauración.

«Impunidad» y sueldos de 400 euros menos en el mes

La proliferación de este tipo de negocios en Barcelona se produce por dos motivos, por la «impunidad hacia establecimientos» y la ventaja competitiva, ya que los trabajadores de las panaderías en comparación con los empleados de la restauración cobran 400 euros menos que los camareros de bares o restaurantes, que incumpliría el convenio del sector de la restauración. El sueldo bruto de un camarero es de 1.802,63 euros en el mes, mientras que el de un vendedor de una panadería con degustación es de 1.396,18 euros brutos anuales, ha dicho Pallarols.

En rueda de prensa, Pallarols ha hecho también mención a la propuesta municipal para que los quioscos de prensa puedan vender cafés y comer para llevar. De manera simbólica, el Gremi denunció 10 quioscos. Esto fue el diciembre de 2023. En febrero del 2024, el Ayuntamiento comprobó los incumplimientos denunciados. Cuatro meses después de las inspecciones, a estos locales no se les ha enviado ningún requerimiento. También en este caso, el Gremi de Restauració denuncia «intrusismo» y presentará alegaciones a la normativa que el gobierno de Jaume Collboni quiere poner en marcha.

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