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Rechazo a la turistificación de Nou Barris: «Tenemos otras prioridades»

Un escaparate para la pobreza. Así describe el presidente de la Asociación de Vecinos de Ciutat Meridiana, Filiberto Bravo, el proyecto de arte urbano que el Ayuntamiento de Barcelona sacó a licitación hace unas semanas. Concretamente, consiste en crear un “laboratorio de arte urbano” en el distrito de Nou Barris que se materializará con diferentes intervenciones artísticas, como murales, grafitis o ilustraciones. El objetivo es “atraer turismo” y artistas de todo el mundo a este distrito de la periferia, y esto es uno de los hechos que más molesta a Bravo. “¿Harán arte urbano en barrios del distrito para que la gente vea la miseria que hay? Tenemos experiencias muy tristes y, encima, la zona no tiene mucho interés histórico”, denuncia al TOT Barcelona Bravo, quien a la vez insiste que el Ayuntamiento quiere que los turistas puedan ver «la miseria de Barcelona» con decoración.

Desde el barrio que será el epicentro de este proyecto, Torre Baró, comparten una opinión ligeramente más optimista. La presidenta de la Asociación de Vecinos de Torre Baró, Valeria Ortiz, señala en declaraciones a este diario que el vecindario ve con buenos ojos todo el que sume en positivo en el territorio. “Por una parte, nos gusta que atraiga artistas y se muestre el que somos dentro de Barcelona”, afirma. Por la otra, pero, destaca que la vertiente turística les ha llamado la atención porque consideran que puede generar algunos conflictos, y uno de ellos tiene que ver con la economía. “Puede encarecer la vida en Torre Baró, y más si tenemos en cuenta que el comercio lo tenemos muy centralizado a la parte de bajo, mientras a la de arriba no tenemos nada”, indica. 

953.018,45 euros de presupuesto

Otro punto de desacuerdo tiene que ver con los 953.018,45 euros de presupuesto del proyecto, financiado con los fondos Next Generation. Para Ortiz no es coherente que cuente con esta cantidad de dinero cuando en Torre Baró hay “mucha necesidad” y requiere mejoras en muchos ámbitos, como el bus a demanda de la línea 180, que ha llegado a acumular retrasos de 90 minutos; las aceras que hay sin acabar o los cortes de luz, a pesar de que hace más de tres años se cambió el transformador eléctrico que le da servicio. “Aquí tenemos otras prioridades», subraya.

Imagen de archivo del barrio de Torre Baró de Barcelona / ESM
Imagen de archivo del barrio de Torre Baró de Barcelona / ESM

Por su parte, Bravo también se muestra contrario a que este dinero no se inviertan a solucionar necesidades vecinales, como es el caso de la vivienda. Con casi 1 millón de euros, recalca, se podría garantizar a muchas familias. “¿Se están riendo de nosotros? Hace muchos años que somos uno de los barrios más pobres de Barcelona”, afirma sobre una realidad que se ve claramente reflejada en los desahucios continuados que esta zona de Barcelona y que desde la entidad vecinal intentan muchas veces parar. En este sentido, hay que recordar el caso de Doris, una vecina por la cual la Fiscalía pide un año y nueve meses de prisión  para agredir dos Mossos d’Esquadra durante el desahucio de su hijo, su nuera y su nieto. Durante la celebración del primer juicio, que tuvo lugar a principios de abril, ella negó los hechos y, por su parte, vecinos de Ciutat Meridiana, miembros del Sindicato de Vivienda de Nou Barris y de Alerta Solidaria declararon que la acusación era “desproporcionada” y que el objetivo era “penalizar el movimiento en defensa del derecho a la vivienda”.

Más allá de las necesidades sin cubrir de esta zona de Barcelona, estos dos vecinos también critican que el proyecto se haya salido adelante sin la opinión de los barrios que, en principio, acogerán las creaciones de arte urbano. Bravo, por su parte, recrimina al consistorio no haber preguntado al vecindario si estaba de acuerdo con el proyecto y si prefería que este presupuesto se destinara a otras causas. “Cuando los partidos ganan nuestros votos y llegan al Ayuntamiento, piensan que pueden hacer el que vuelan”, avisa. Por otro lado, Ortiz lamenta que habría preferido enterarse por el mismo consistorio en vez de directamente por los medios de comunicación. “No ha habido trabajo previo con los vecinos”, añade. 

Un canal hidráulico del siglo X

La recuperación del Rec Comtal, un canal hidráulico originario del siglo X que alcanzó de agua Barcelona durante 1.000 años, tiene algunos puntos en común con el proyecto de arte urbano. Tal como informó el Ayuntamiento el pasado mes de enero, el objetivo es construir una nueva ruta verde alrededor de esta infraestructura, que se encontrará entre los barrios de Vallbona y Trinitar Vella (distritos de Nou Barris y Sant Andreu); con la voluntad de usarla para “descentralizar” la oferta turística de la ciudad. En este sentido, el Ayuntamiento recalcó que podría convertirse en un atractivo turístico para residentes y visitantes.

Una parte de la reguera condal, visible al barrio de Vallbona / Jordi Play
Una parte de la reguera condal, visible al barrio de Vallbona / Jordi Play

Algunas entidades vecinales no se mostraron favorables a esta estrategia. Por ejemplo, desde la Asociación de Vecinos de Can Sant Joan, de Montcada i Reixac, dijeron el pasado mes de febrero en declaraciones al TOT que siempre habían planteado el proyecto desde una vertiente cultural y educativo y no como un atractivo turístico. También defendieron que el vecindario quería que la gestión del proyecto, tanto por la recuperación del canal como por su turistificación, se hiciera de manera comunitaria. Es decir, querían que fuera el mismo pueblo quien lo gestionara y obtuviera beneficios. “No queremos encontrarnos con agencias turísticas de fuera, ni grandes empresas, y que, por lo tanto, los beneficios marchen de aquí”, insistieron.

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