El Puerto de Barcelona se ha despedido esta tarde del último crucero que ha atracado al muelle Barcelona Norte, un espacio que se abrirá a la ciudad después de la 37.ª edición de la Copa América, que se celebrará el agosto del 2024. Antes de que este crucero, con capacidad para 200 pasajeros, se haya marchado de la instalación portuaria, el presidente del Puerto de Barcelona, Lluís Salvadó, ha explicado en un acto qué supone el fin del tráfico de embarcaciones comerciales en esta parte del Puerto. «Nos permite iniciar el proceso de apertura de este espacio, ahora restringido a la ciudadanía», ha dicho Salvadó, quien a la vez ha añadido que en el 2025 se urbanizará esta terminal para abrirla a la ciudadanía.
Por otro lado, hay que destacar que con esta medida el Puerto cumple con el acuerdo al cual llegó con el Ayuntamiento el 2018 que establecía alejar la terminal de cruceros de la ciudad, que este año ha acogido un total de 340 escalas de cruceros y ferris. Salvadó ha añadido que esta actividad se trasladará al muelle Adosado, que se encuentra a 3 kilómetros en el sur del muelle Barcelona Norte, lo cual permitirá alejar las emisiones de las embarcaciones de la ciudad. En este sentido, ha añadido que el proceso de electrificación del Puerto, que tiene el objetivo de hacer más sostenible su actividad, se está ejecutando en los plazos esperados. «Estamos en proceso de licitar la estación transformadora», ha señalado. Paralelamente, también ha destacado que con este traslado se tendrán instalaciones más modernas y que, por lo tanto, se mejorará la calidad de los servicios que ofrece el puerto.
Cierre de la terminal Sur
La apertura del Puerto de Barcelona a la ciudad no acabará con el cierre de la terminal Norte. Salvadó ha recordado que todavía falta el cierre de la Sur, que está previsto ejecutar a finales del 2026. «Con esto culminaremos el proceso que empezamos el 2018 y que ha constado de tres fases: el cierre de los muelles Drassanes, Norte y Sur», ha detallado.
