El debate de los cruceros continúa abierto, y un estudio de la organización Transporte & Enviroment ha llegado a una conclusión que lo podría encender todavía más. Según este estudio, el Port de Barcelona fue el 2022 el más contaminante de toda Europa a causa de los cruceros que atracaron. Desde el puerto se emitieron, concretamente, 18.277 kilogramos de dióxido de azufre, mientras los vehículos de motor de la ciudad emitieron 6.481 kilogramos. Esta cifra ha hecho que el Puerto de Barcelona sea por primera vez el más contaminante del continente.
El 2019, el previo al estallido de la pandemia, la primera posición fue para Venecia. Según el mismo informe, el 2022 también fueron muy contaminantes los puertos de Roma y de Pireo —Grecia—. El puerto de Palma de Mallorca fue el segundo del Estado más contaminante y a la cola se encuentran los de Santa Cruz de Tenerife, Málaga, Cádiz y València.
Más de 997.000 cruceristas
Este viernes también se ha sabido que el Puerto de Barcelona ha recuperado durante los cinco primeros meses del 2023 la afluencia de cruceristas de antes de la pandemia. Según datos publicados este mismo viernes, entre enero y el mayo pasaron por las instalaciones barcelonesas 997.841 pasajeros en cruceros, cifras comparables con los récords del 2019. En total, transitaron por la infraestructura hasta 1,47 millones de personas contando todas las embarcaciones, un 86,2% más que el 2022. Destaca el crecimiento del tráfico en ferris, con 473.046 viajeros, y un crecimiento del 88% del pasaje en las conexiones con los puertos italianos.
En cuanto al tráfico de vehículos, continúa su marcado crecimiento interanual. Según los datos del Puerto, el alza en el tráfico de automóviles entre enero y el mayo fue del 75,9%, hasta las 337.864 unidades. El incremento se ha extendido, además, por todos los segmentos de la rama, con un aumento del 170% en los vehículos importados, un 35,4% más de exportaciones y un aumento del 162% en los tráficos.