El Puerto de Barcelona ha empezado unas obras para adecuar sus instalaciones a las necesidades de los barcos que transportan agua. Se trata de unas tareas valoradas alrededor de los 4 millones de euros y que estarán acabadas en un par de meses, según ha explicado el consejero de Acción Climática, David Mascort, en una entrevista a RAC1. El consejero ha remarcado que tienen a punto «todas las fórmulas» y que el agua podría llegar de ciudades como Tarragona, Murcia o Marsella.
En todo caso, Mascort ha remarcado que se trata de una operación «muy cara», puesto que cada metro cúbico de agua «puede salir por entre 4 y 10 euros». De aquí la importancia de ahorrar toda el agua posible. «Tenemos que cerrar el grifo. Ya consumimos poco en las casas, pero hay que hacer un esfuerzo para consumir menos», ha insistido el consejero en el matinal de la radio catalana.

El Puerto, mentalizado desde hace semanas
La situación es alarmante y hace unas semanas, de hecho, el presidente del Puerto, Lluís Salvadó, ya preveía que habría que llegar a este extremo. «Deseo que no tengamos que ver la imagen de embarcaciones aquí al Puerto de Barcelona, llevando agua otras posiciones, pero todo parece que vamos hacia aquí, que no pasará muchos meses o semanas hasta llegar a este extremo», señaló el pasado miércoles.
Con toda probabilidad, pues, se repetirán las imágenes de 2008, momento en que dos barcos transportaron agua de Tarragona y Marsella hasta Barcelona. «La última opción» para el director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), pero que cada vez es más cerca de ser una realidad. Barcelona y otros municipios de Cataluña han entrado esta semana en fase de preemergencia y todo apunta que Barcelona entrará en fase de emergencia a finales de diciembre, una vez los embalses lleguen al 16% de su capacidad.