Uno de los dos procesados por los disturbios que se produjeron durando una manifestación a favor del rapero leridano encarcelado, Pablo Hasél, el febrero del 2021 en Barcelona, ha asegurado que confundió unos agentes de paisano con «neonazis». El acusado, concretamente, ha dicho que cuando los agentes lo retuvieron, le propinaron puñetazos y golpes de porras. En aquel momento, pensó que eran manifestantes contrarios a él y entró en “pánico”. No fue hasta que llegaron los agentes uniformados, cuando se enteró de que la policía lo estaba arrestando. Por su parte, el otro acusado, que ha declarado este miércoles con él, ha negado que tirara un objeto a los agentes.
La fiscalía, por su parte, pide para él y otro manifestante cuatro años de prisión por desórdenes públicos, atentado contra la autoridad e intento de daños leve. Inicialmente, pedía cinco años de prisión, pero finalmente ha rebajado a cuatro años y 90 euros de multa.
La versión de la fiscalía es bastante diferente. Concretamente, defiende que alrededor de las 21.15 horas del 20 de febrero del 2021, los dos acusados lanzaron botellas de vidrio contra las furgonetas antidisturbios de los Mossos. Una de las botellas impactó contra una furgoneta, a pesar de que no le causó ningún daño. Fue entonces, cuando dos agentes de paisano siguieron a los manifestantes y los retuvieron hasta que detuvieron a los agentes antidisturbios. Los agentes encontraron un mástil de madera y 136 almohadillas. Uno de los acusados ha justificado este hallazgo alegando que venía del trabajo donde tenía que reparar una máquina, puesto que es técnico industrial.
Un vecino de Sants absuelto
Carles Sánchez, vecino del barrio de Sants encausado por las protestas a favor de Hasél, fue absuelto el pasado mes de junio. Se lo acusaba de impedir el paso de vehículos policiales durante estos disturbios, que tuvieron lugar el febrero del 2021. La fiscalía pedía tres años y medio de prisión por desórdenes públicos por mover tres veces unas vallas de plástico a la ronda de Universidad y querer hacer barricadas con ellas. Los magistrados, pero, acabaron determinando que los hechos no habían quedado del todo probados y que solo se contaba con la versión policial.
