El futuro del huerto comunitario ‘Dato un Huerto’ cuelga de un hilo. El Ayuntamiento ha comunicado a la Asociación de Vecinos que hay que cesar las actividades y «devolver» el solar a la propiedad. Los vecinos ocuparon este recinto del barrio de la Prosperidad hace siete años y han sobrevivido a siete intentos de desahucios. Hace dos años, el Ayuntamiento medió para conseguir un acuerdo con la propiedad, que aceptó ceder el uso del espacio a los vecinos durante dos años. Los vecinos detallan que el fondo Cerberus ha comprado la totalidad del recinto, antes también en manos de un banco, y que ahora ya no les quiere prorrogar esta cesión.
Desde la asociación vecinal, que apoya la iniciativa, lamentan que el acuerdo no tenga continuidad y recuerdan que el espacio colabora con una residencia de personas con trastorno autista y acoge diferentes escuelas, entre otras colaboraciones con entidades y asociaciones de la Prosperidad. «Tiene muy buena acogida en el barrio», insisten desde la entidad, que reclama al Ayuntamiento una alternativa donde ir y que esta sea adecuada para desarrollar sus necesidades.

La anexión al huerto Ecovincles, la única salida posible
Hasta 20 entidades de Nou Barris –entre ellas, tres escuelas, dos casales de barrio y el CF Montañesa– han pedido oficialmente que el huerto continúe en la Prosperitat. En un manifiesto, avisan que encontrar una alternativa que permita su continuidad «requiere tiempo e iniciativa política». Las entidades apuestan para trasladar el huerto al espacio que ahora ocupa provisionalmente lel Casal de Jóvenes en la avenida de Río de Janeiro, que pronto se mudará a otra ubicación. En declaraciones al TOT Barcelona, la secretaría de la asociación vecinal, Meritxell López, detalla que esta zona «está catalogada como zona verde y el proyecto del huerto concuerda con esto».
Todo hace pensar que esta es a estas alturas la única alternativa que salvaría el huerto. En esta zona de Río de Janeiro, de hecho, la Prosperitat ya tiene otro espacio comunitario, el Ecovincles. Justo junto a los módulos provisionales que ahora hacen de sede del Casal de Jóvenes. «Creemos que el Ayuntamiento puede arreglar el terreno y trasladar el huerto allá», comenta López. Por su parte, el distrito apunta que trabajan con la idea «de ampliar un poco» el espacio del huerto de Ecovincles, pero avisan que «hay que tener en cuenta la sequía». En este sentido, desde el huerto han pedido una moratoria de la orden decretada por el fondo buitre «hasta que se adecue el solar de Río de Janeiro».
Una trayectoria de siete años
Un grupo de vecinos ocupó el solar el 2017, abandonado durante diez años después de derrocarse la masía que había en el recinto. «Estaba muy degradado, pleno de suciedad y con ratas», recuerda López. Las personas que lo ocuparon, explica, lo limpiaron «a fondo» y consiguieron construir una «buena relación» con la mayoría de vecinos del alrededor. «Es un espacio de barrio y tiene que poder continuar», esgrime.
La secretaria de la asociación vecinal pide un esfuerzo para reubicar el jardín en buenas condiciones, sin menguar sus potencialidades y alargando su legado. Mientras tanto, desde la entidad piden que se abra una vía para que el Ayuntamiento adquiera la propiedad del solar de Joaquim Valls, 79 con el objetivo de construir vivienda social.

