La decisión del gobierno español de no trasladar a los policías de la comisaría de la Via Laietana ha levantado polvareda. Tras que el Estado determinara el pasado julio que las instalaciones se convertirían en un espacio de memoria manteniendo la actividad policial, entidades memorialistas han tomado la palabra para mostrar su «insatisfacción» con la posición y pedir a la Generalitat que intervenga para cerrar la sede del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Esto supondría derivar a los agentes a las dependencias de la Verneda. «No lo consideramos suficiente, sino algo simbólico«, señalan sobre la propuesta española las agrupaciones en unas declaraciones recogidas por Europa Press.
Ante esta situación, las entidades se han dirigido directamente al consejero de Justicia, Ramon Espadaler, para pedirle que tome cartas en el asunto y se reúna con el ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska. Cabe recordar que la Prefectura Superior de la Policía Nacional de la Via Laietana depende de esta rama del ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez. Los diferentes colectivos agrupados en la plataforma Via Laietana 43: Fem Justícia, fem Memòria -que cuenta con más de 200 entidades miembros y 35 ayuntamientos, entre los cuales el de Barcelona o el de Girona- recuerdan que la Ley de Memoria Democrática establece «verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición» y alertan que no puede haber reparación para las víctimas si «simplemente se coloca una placa», pero se mantiene la actividad policial.

En este sentido, remarcan que el edificio fue la sede histórica de la Brigada Político-Social durante el franquismo, por lo que consideran que el recinto debe destinarse «sin más demoras y de manera íntegra» a un espacio de memoria. Sostienen que no es aceptable ninguna propuesta intermedia que prevea el doble uso y piden que se efectúe la transferencia tanto del edificio como del fondo documental a las instituciones catalanas.

Memoria y archivo de la impunidad y la tortura
Con el cierre de la comisaría y el traslado de la policía española a la Verneda, las entidades pretenden transformar el edificio en un espacio íntegro de memoria, de archivo documental y en un centro de interpretación de la impunidad y la tortura contando con la participación de las entidades de memoria y de las personas represaliadas.



