Concurs de cocteleria International Prize Paissa 1975 per a joves bàrmans celebrat el 6 de maig de 1975 a la Terrza Martini / Antoni Capella (Arxiu Fotogràfic de Barcelona)
Concurs de cocteleria International Prize Paissa 1975 per a joves bàrmans celebrat el 6 de maig de 1975 a la Terrza Martini / Antoni Capella (Arxiu Fotogràfic de Barcelona)
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La polémica lingüística que sacudió la Terraza Martini en los setenta
Un lector publicó una carta en la revista 'Destino' denunciando discriminación hacia la lengua catalana en la presentación de un libro en el espacio, uno de los establecimientos más exclusivos de la ciudad durante los sesenta y setenta
La Terraza Martinifue durante casi dos décadas uno de los lugares más exclusivos de Barcelona. Este espacio ubicado en el decimotercero piso del colosal edificio que se erige en el número 16 del paseo de Gracia fue punto de encuentro de la alta sociedad barcelonesa en las décadas de los sesenta y setenta y hasta su cierre en 1980. A lo largo de este periplo, las instalaciones albergaron innumerables presentaciones, ruedas de prensa y actos de todo tipo que contaron con la presencia de muchas de las grandes personalidades de la época, desde el actor y director John Wayne y las actrices Gina Lollobrigida y Sara Montiel a Juan Antonio Samaranch y el entonces alcalde barcelonés Josep Maria de Porcioles, entre otros muchos.
Las hemerotecas de revistas y diarios de la época están llenas de referencias al lugar y de anécdotas sobre algunos de estos acontecimientos. Uno de estos numerosos actos, sin embargo, levantó bastante polémica a causa de una problemática lingüística. Los hechos tuvieron lugar aparentemente durante el año 1970, cuando se celebró la presentación de un libro en catalán en el exclusivo espacio.
El edificio del número 16 del paseo de Gracia donde durante dos décadas estuvo ubicada la popular Terraza Martini / A.R.
Carta dirigida al director de Destino
Meses después del acto, un lector publicaba en el número 1754 de la revista cultural Destino impresa el 15 de mayo del 1971 una carta dirigida al director del medio explicando lo siguiente:
«El curso pasado asistí de invitado en la lujosa Terraza Martini a la presentación de un libro en catalán. Me quedé desagradablemente sorprendido al ver que tanto el presentador de la obra como su autor hablaban en castellano. Profundamente extrañado por la incongruencia que representaba presentar un libro catalán en lengua castellana, hablé con la dirección de la editorial presentadora y se me dijo que la Casa Martini & Rossi tenía prohibido hacer presentaciones de ningún libro en lengua catalana. Naturalmente, me fui antes de acabar la presentación».
La carta de un lector dirigida al director de la revista Destino donde se explica la problemática lingüística a la Terraza Martini / Archivo de Revistas Catalanas Antiguas (ARCA)
La misiva, pero, no acaba aquí: «Lo más estridente del caso es que la prohibición de usar la lengua de Llull y Verdaguer en la Terraza Martini no viene de ninguna autoridad oficial o ‘política’, sino que es criterio de la misma dirección. Yo ahora me pregunto: la Casa Martini & Rossi tiene su delegación en Barcelona para –con esta odiosa discriminación lingüística– ganarse la antipatía de los catalanes que son la mayoría de sus posibles clientes? Qué diría la compañía si en Lugano les obligaran a hablar en alemán por el hecho de ser esta lengua la mayoritaria en Suiza?».
La vedet Bibi Ándersen, que actuaba entonces en el Teatro Apolo, accediendo a la Terraza Martini el 15 de noviembre de 1978 / Antoni Capella (Archivo Fotográfico de Barcelona)
Una denuncia con doble respuesta
La queja de este lector de la revista -que firma la carta con el pseudónimo Un barcelonés– generó bastante polémica y en la edición número 1757 publicada el 5 de junio del 1971 recibió la réplica de otro ciudadano de la capital catalana, que en otra carta al director se pregunta cómo es posible que una compañía como Martini & Rossi declare «improcedente» hablar catalana en la presentación de un libro en este idioma. «Pocas relaciones públicas harán y pocas ventas obtendrán si continúan con este criterio. Los que hablamos catalán podremos también declarar improcedente tomar su bebida en cualquier otra terraza de un bar en el cual sí que se hable catalán», asegura el lector.
Sin embargo, esta no fue la única réplica que recibió la denuncia publicada en mayo del 1971. La misma directora de la Terraza Martini utilizó la revista Destino para dar su versión sobre esta problemática lingüística. «No estamos de acuerdo con las afirmaciones de esta cara. El objetivo de la instalación de la Terraza Martini era dotar a la ciudad de un eco de resonancia y de un estímulo para toda clase de actividades culturales, artísticas y humanitarias. Dentro de esta línea, entre otras muchas recepciones, se han hecho diversas para presentar libros en catalán. El comunicante parece referirse a una que tuvo lugar en junio del 1970, cuando yo todavía no tenía la dirección de la Terraza y en la cual se rogó a la editorial que hiciera la presentación en castellano porque en anteriores presentaciones de libros en catalán hubo un sector de los invitados que manifestó no haber comprendido de qué se habló«.
La doble resposta que va rebre a la revista Destino la carta del lector on s’explica la problemàtica lingüística a la Terraza Martini / Arxiu de Revistes Catalanes Antigues (ARCA)
La directora del establecimiento, sin embargo, concluye su respuesta con una reflexión interesante con la cual pretende acabar con la polémica generada: «Nuestra opinión es que las presentaciones es lógico que se hagan en su misma lengua, con la correspondiente versión en castellano para la comprensión de los invitados ajenos a nuestra región».
Una Miss Europa, daltonismo taurino y Baltasar Porcel
Bucear por la hemeroteca de la revista Destino nos permite recuperar algunas anécdotas más allá de esta disputa lingüística que tienen la Terraza Martini como telón de fondo. Desde unas entonces bastante polémicas declaraciones de la Miss Europa del 1974, la noruega Wenche Steen, donde tilda de anticuadas a las mujeres que están en contra de los concursos de belleza, asegurando que ella se gana la vida con estos certámenes; hasta una conversación con la escritora granadina Antonina Rodrigo, que entonces acababa de publicar una biografía sobre Margarida Xirgu, o un debate sobre el daltonismo de los toros en uno de los ascensores que permitían acceder al espacio.
Los actores del musical ‘Barcelona se Bárbara’ estrenado al Teatro Victòria a la Teraza Martini el 2 de octubre del 1978 (Paco Morán, Ondina, Xavier Cugat, Bárbara Rey y Santi Sans) / Antoni Capella (Archivo Fotográfico de Barcelona)
En una de estas crónicas de veladas en la icónica coctelería se narra la entrega del Premio a la Popularidad, impulsado por el diario barcelonés El Noticiero Universal. Con motivo de la fiesta de Sant Jordi del 1973, el medio seleccionó varias obras literarias en catalán y castellano, entre las cuales Grans catalans d’aradel célebre escritor y periodista de Andratx Baltasar Porcel. Esta compilación de una treintena de entrevistas a personalidades del momento como Pau Casals, Josep Pla, Mercè Rodoreda, Joan Miró o Víctor Català se llevó el galardón en la categoría de lengua catalana después de recibir una gran acogida tanto del público como de la crítica.