El plan antirruido del ‘Triángulo Golfo’ no entrará en vigor hasta el próximo mes de septiembre. El plan controlará las noches de esta zona del barrio del del Poblenou —distrito de Sant Martí—, que se encuentra entre las calles de Almogávares, Pallars, Pedro IV, Zamora, Pamplona y Álava. El objetivo del plan es reducir los niveles de ruido que hay en estas calles, puesto que el regidor de Sant Martí, David Escudé, ha recordado que un estudio del Ayuntamiento mostró que son preocupantes. “Se superan de forma reiterada y con creces los valores límite de ruido que marca la Ordenanza de medio ambiente de Barcelona” y, por lo tanto, ha dicho que es necesario adoptar “medidas extraordinarias”.
Algunas de las medidas que se impulsarán son restringir la apertura de nuevos establecimientos musicales, bares y tiendas donde se vende alcohol; avanzar la recogida de terrazas a las 23 horas y reducir el horario de venta de alcohol de los pequeños colmados. Desde el pasado 8 de septiembre, esta normativa afectaba a establecimientos de hasta 300 metros cuadrados, que tienen que estar cerrados desde las 22 a las 7 horas. Dos medidas más son aumentar el número de agentes de la Guardia Urbana al espacio y prohibir que se organicen fiestas.
Una noche marcada por el ruido
El pasado 6 de julio los vecinos del ‘Triángulo Golfo’ vivieron otra noche complicada. Tal como informaron fuentes vecinales al TOT Barcelona, “unas 50 personas descontroladas” irrumpieron en el ‘Triángulo Golfo’, donde se quedaron alrededor de media hora haciendo ruido. “Sentaron en la calle, iban bebidos y gritaban y saltaban sin ningún tipo de control. Hacían el que querían”, denunciaron y, a la vez, aseguraron que también cortaron el tráfico y casi les atropellan varios coches.
Ante esta situación, una vecina llamó al 112, pero no recibió ninguna respuesta ni ninguna dotación de la Guardia Urbana se presentó al lugar de los hechos. “No se puede descansar. Barcelona está vendida al turismo y a los botellones. Los que pagamos impuestos en la ciudad tendremos que acabar marchando”, añadieron con indignación.