El alcalde de Barcelona Jaume Collboni ha mantenido una audiencia privada con el Papa Francisco este sábado. La reunión se ha celebrado en una sala de la Santa Sede, en el Vaticano, a las nueve de la mañana. Han sido reunidos media hora y la comitiva municipal ha ido acompañada por la embajadora española ante la Santa Sede, Isabel Celaá, y por el teniente de alcaldía de Prevención, Seguridad, Convivencia y Régimen Interior, Albert Batlle. Al encuentro se ha hablado sobre la próxima conmemoración del milenario de la fundación del Monasterio de Montserrat y la culminación de la Torre de Jesús a la Sagrada Familia, dos hitos importantes del mandato municipal.
En paralelo, Collboni ha trasladado al Papa Francisco el agradecimiento de Barcelona por el liderazgo del pontífice «en un momento de polarización política y donde la carrera armamentística supone un riesgo para la paz a Europa y el Oriente Medio». También ha reconocido la tarea social que hace la Iglesia con las personas en situación de vulnerabilidad social en Barcelona. «En Barcelona estos esfuerzos son valorados y reflejan nuestro compromiso para construir una sociedad que viva en paz y armonía», le ha expresado.

Los tres regalos que Collboni ha hecho al Papa Francisco
También han hablado de la importancia del desarme y la paz al mundo, la diversidad religiosa y cultural, la importancia de defender la justicia social y los derechos humanos y la necesidad de luchar contra el cambio climático. De hecho, Collboni ha trasladado al Papa la voluntad de Barcelona de actuar en la defensa de todas estas cuestiones. Después le ha dado tres detalles de cortesía: el libro ‘Una biografía de Barcelona’, del escritor Miquel Tarradell, una reproducción de la Sagrada Familia que ha librado el presidente de la Fundación del templo, Esteve Camps, y un sobre de jamón ibérico de parte del paradista Escofet Oliver como presente de los Mercados Municipales de Barcelona.